El papa Benedicto XVI acusó hoy a las agencias internacionales de promover el aborto en África, durante su discurso a los representantes de la Conferencia Episcopal de Kenia, en visita "ad limina apostolorum", la que deben hacer cada cinco años todos los obispos al Pontífice.
En su discurso sobre los problemas que afronta el continente africano, Benedicto XVI mostró su preocupación porque "la cultura globalizada secular ejerce una influencia creciente sobre comunidades locales" y esto, acusó, "como consecuencia de campañas realizadas por agencias que promueven el aborto".
El Papa explicó que para la Iglesia católica "esta destrucción directa de una vida inocente humana nunca puede ser justificada".
E instó, en estos casos, a la comunidad católica a "ofrecer apoyo" a aquellas mujeres que pueden encontrar difícil de aceptar un nacimiento, sobre todo cuando están aisladas de su familia y amigos.
Asimismo, les invitó a acoger a quien "se arrepienta de haber participado en el pecado grave de aborto" y "dirigirles con la caridad pastoral para aceptar la gracia de perdón, la necesidad de la penitencia, y la alegría de entrada una vez más en la nueva vida de Cristo".
El Pontífice no dio ningún nombre sobre las "agencias", y organizaciones internacionales a quienes acusó de "promover el aborto".
En los últimos meses, el Vaticano ha criticado duramente a la organización Amnistía Internacional (AI) por "defender el derecho de la mujer a abortar en caso de violación".
AI desmintió que promueva el aborto y especificó que defiende, sin embargo, el derecho de la mujer a decidir "libre de temor, amenaza y coerción" sobre "las eventuales consecuencias de la violación y otras graves violaciones de sus derechos humanos".
Por otra parte, el Pontífice también señaló que las nociones equivocadas que existen en África del matrimonio y la familia están directamente relacionadas con la extensión del sida y otras enfermedades de transmisión sexual.
Para Joseph Ratzinger "las nociones desordenadas de la vida de familia y matrimonio" están "directamente relacionadas" con "los males que acosan algunas partes de sociedad africana, como la promiscuidad, la poligamia y la extensión de enfermedades de transmisión sexual".
Y añadió que "por esta razón es importante ayudar a padres en la enseñanza de sus niños como vivir hacia fuera una visión cristiana de matrimonio, concebido como una unión indisoluble entre un hombre y una mujer".
En su discurso, el Papa animó a los obispos kenianos a ayudar a su sacerdotes para que crezca "la solidaridad entre ellos, con su gente, y con sus superiores".
"La unidad visible entre los dirigentes espirituales puede ser un antídoto poderoso contra la división dentro de la más amplia familia de la gente de Dios", añadió.
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