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Rudy Giuliani y Mitt Romney protagonizaron el encontronazo de la noche

El tema de la inmigración caldea los ánimos en el debate republicano

jueves 29 de noviembre de 2007, 06:26h

Los ocho candidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos se enfrentaron la noche del miércoles en un debate organizado por la cadena de televisión CNN y el portal YouTube, en el que los temas de la inmigración, la guerra de Irak y la deuda nacional causaron los mayores encontronazos entre los aspirantes, y los abucheos del público.

El tema más agrio fue precisamente el de la inmigración ilegal, que el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, y el ex gobernador de Massachussets, Mitt Romney, aprovecharon para protagonizar una acalorada discusión.

Giuliani acusó a Romney de dar empleo en su hogar a inmigrantes ilegales y denunció que respaldó la existencia de ciudades refugio de extranjeros ilegales en su estado.

"Usted empleó a ilegales que trabajaron en su mansión ¿no es cierto?", le preguntó el ex alcalde, quien afirmó que si llega a la Casa Blanca tras las elecciones de noviembre de 2008 impondrá una política que disminuirá el ingreso de extranjeros indocumentados al país.

Romney contestó que no consideraba apropiado ir a pedirle los papeles a alguien con “acento extraño” que estuviera arreglando el techo de su casa, y que a su vez hubiera sido contratado por la compañía de reparaciones. 

Giuliani lanzó su andanada sobre Romney después de que éste denunció que durante los años que aquel fue alcalde de Nueva York convirtió a esa ciudad en un refugio para extranjeros en situación ilegal.

"Mitt generalmente critica a otras personas cuando se trata de problemas en los que él mismo tiene peores antecedentes", dijo Giuliani.

Por el contrario, negó que Nueva York fuera una ciudad refugio para ilegales y afirmó que durante su gobierno como alcalde denunció a las autoridades federales a miles de inmigrantes ilegales acusados de cometer delitos en la ciudad.

Ninguno de los candidatos se mostró de acuerdo en dar amnistía a los 12 millones de extranjeros que viven ilegalmente en Estados Unidos.

Y mientras el ex gobernador de Arkansas, Mike Huckabee, y Giuliani se mostraron de acuerdo en proveer educación a los hijos de inmigrantes ilegales, por considerar que no eran culpables de la decisión de sus padres, Romney fue dejó claro que no aprueba gastar dinero de los impuestos de ciudadanos legales en la educación de otros.

El actor Fred Thompson, ex senador del estado de Tennessee, intervino en el intercambio y criticó a Romney por apoyar un proyecto que contaba con el apoyo del presidente George W. Bush. Esa iniciativa ofrecía la ciudadanía a algunos inmigrantes que ingresaron ilegalmente al país.

Thompson además fustigó a Giuliani por sacar a relucir el hecho de que el ex gobernador hubiese empleado a extranjeros ilegales.

"Creo que todos hemos empleado a algún ilegal y esa fue una mala decisión", dijo.

Con su suave voz, el senador de Arizona, John McCain, defendió su apoyo a un fracasado proyecto de reforma migratoria que incluía la posibilidad de naturalización, así como un programa para trabajadores temporales.

"Debemos reconocer que también son hijos de Dios", señaló el senador al referirse a los inmigrantes ilegales en medio de los aplausos de los asistentes. "Ellos necesitan nuestro amor y nuestra compasión", agregó, y señaló que se opone a una amnistía y que "sin demagogias" hará respetar las fronteras si es elegido presidente.

El debate republicano tuvo lugar en Saint Petersburg (Florida) y durante dos horas, los aspirantes republicanos contestaron preguntas previamente enviadas en formato de video por estadounidenses de todas partes del país.

You Tube recibió 5000 videos con preguntas de todo tipo, de los cuales CNN eligió unos 30. Entre las preguntas elegidas figuraron algunas que parecían escogidas especialmente para los conservadores: el aborto, la presencia de homosexuales y lesbianas en el ejército, las creencias religiosas y la pena de muerte.

El congresista de Texas Ron Paul fue el candidato más abucheado de la noche. Tan fuerte fue la reacción del público, que parecía que un demócrata se había colado en el debate.

Paul recibió una sonada protesta del público cuando, a la hora de hablar de la guerra de Irak, dijo que a los iraquíes “había que devolverles su país”. 

Consultado sobre el tema de la deuda nacional, cuyos niveles han aumentado considerablemente como consecuencia de la presencia de Estados Unidos en Irak y Afganistán, Paul contestó que Washington podría ahorrar mucho dinero si se reformara la política exterior. De esa forma, agregó, se reducirían los gastos del programa de seguridad nacional.

John McCain aprovechó para decirle al tejano que acababa de regresar de Irak de pasar el día de Acción de Gracias con las tropas estadounidenses y que el mensaje de los soldados para él era, “déjenos ganar”.

El debate no hubiera estado completo sin que el nombre de Hillary Clinton saliera a relucir.

A la pregunta de un ciudadano sobre la carrera espacial estadounidense, Huckabee apoyó la inversión de dinero en la investigación científica y en los programas espaciales, y dijo que la primera persona que él enviaría a Marte es la senadora demócrata.

El debate se llevó a cabo a poco más de un mes de iniciarse las primeras consultas de partido que designarán a los abanderados demócrata y republicano que lucharán por el control de la Casa Blanca en los comicios de noviembre de 2008.

Giuliani encabeza las encuestas de popularidad entre los aspirantes republicanos a la candidatura presidencial, seguido muy de cerca por Romney.

Al igual que ocurrió con el debate entre los precandidatos demócratas hace dos semanas, la CNN se encargó de utilizar todo su potencial a favor del espectáculo. En Nevada, la cadena de televisión le pidió a una joven del público que le preguntara a Hillary Clinton qué le gustaban más, las perlas o los diamantes.

“He sido acusada de no saber tomar decisiones, pero tengo que decir que me gustan los dos”, dijo Clinton para cerrar la noche con broche de oro.

Esta vez la última pregunta elegida fue para Giuliani, a quien se le preguntó por qué había apoyado abiertamente a los Medias Rojas de Boston en la serie mundial de béisbol, cuando siempre se le había considerado un fanático de los Yankees de Nueva York.

Tras una enrevesada explicación, el ex alcalde se atribuyó la suerte de los Yankees con una respuesta que recibió el aplauso del público.

“Cuando era alcalde de Nueva York, los Yankees ganaron cuatro campeonatos. Desde que dejé el cargo, los Yankees no han ganado uno solo”.

 

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