Manuel Chaves lo ha conseguido casi todo en estos cuatro años

Manuel Chaves está muy contento con la legislatura que acaba. Prácticamente ha conseguido todo lo que tenía pendiente gracias a su influencia sobre José Luis Rodríguez Zapatero, ya que fue como presidente del PSOE uno de sus mejores aliados en los momentos más difíciles cuando ZP tuvo que hacerse fuerte en el partido y pasar de ser Bambi al Bambi de hierro que decía Alfonso Guerra.

El estatuto andaluz, que no tiene nada que envidiar al catalán, le ha permitido entre otras muchas cosas el conseguir para la Junta de Andalucía el control absoluto de las aguas del río Guadalquivir, a pesar de las protestas de dos compañeros de partido, José María Barreda (Castilla-La Mancha) y de Juan Carlos Rodríguez Ibarra (ex de Extremadura) que pusieron el grito en el cielo de que se traspasaran a las autonomías los ríos. Zapatero les mandó callar.

La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, que fue segunda de Chaves durante más de ocho años, ha terminado a tiempo el AVE Madrid-Málaga y tiene muy avanzado un proyecto que su antecesor Cascos rechazó por no rentable, el AVE entre Sevilla y Granada, pensado como una nueva infraestructura estratégica que acabará uniendo Huelva con Almería. Lo mismo ha ocurrido con otras obras muy importantes para Andalucía, como el nuevo puente sobre la bahía de Cádiz, proyectado por el PP, pero que se ha acelerado y ya está en construcción. O la SE-40, la nueva circunvalación de Sevilla, que se unirá a las obras del Metro, ya muy avanzadas.

El papel que Manuel Chaves ha jugado en la política nacional ha sido el de nadar y guardar la ropa. Por un lado ha mostrado su apoyo incondicional a Zapatero, pero no ha dudado en enfrentarse con algunos ministros y criticar a los nacionalistas como Pasqual Maragall, aunque por otro lado copiase párrafos enteros del Estatut catalán.
En Andalucía ha seguido siendo el presidente populista que tan buenos resultados le ha dado siempre y que ha hecho de esta autonomía el mejor vivero de votos para el PSOE.

El Partido Popular de Javier Arenas no ha conseguido escalar ni uno sólo de las "torres" de Chaves, salvo la alcaldía de Marbella, pero ha perdido la de Jaén y se quedó sin la de Jerez antes de las elecciones de mayo de 2007. Málaga y Cadiz siguen siendo los únicos baluartes serios de los populares.