Expectativas en el consumo de fin de año

Varias señales nos harían prever que el consumo navideño de este año no va a presentar el importante dinamismo observado en años anteriores, perdiéndose efectos positivos de generación adicional de plazas de trabajo y competencia en un mercado dinámico.

El consumo de los hogares representa el 68% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, siendo un motor de las actividades productivas. Sin embargo, en 2007, al igual que la economía en general, este ha venido desacelerando su crecimiento, lo que se reflejaría en las ventas navideñas.

Un indicador claro de esta previsión es el menor crecimiento del consumo registrado por el Banco Central en el primer semestre del año en relación a lo ocurrido en años pasados. El consumo del primer semestre creció en términos anuales cerca del 7% en 2005 y 2006. No obstante, para 2007, ese crecimiento alcanzó un modesto 3,5%.

Por otro lado, la importación de bienes de consumo también se ha desacelerado y en el caso de bienes de consumo duradero (vehículos, electrodomésticos) ha tenido una fuerte reducción. En el período enero-septiembre, el crecimiento de la importación de bienes de consumo fue de 11% entre 2005 y 2006, mientras que entre 2006 y 2007 ese crecimiento fue de tan solo 2,5%.

Adicionalmente, mientras la importación de bienes de consumo duradero creció cerca de un 9% en 2006, para 2007, este cayó en 11%.

Podemos identificar los factores que han influido en el comportamiento de las importaciones, como la depreciación del dólar de alrededor de 15% anual frente al euro y otras monedas, lo cual provoca que las importaciones sean más caras. Por otro lado, el reciente aumento de aranceles para más de 800 productos sin duda tendrá efectos negativos sobre las importaciones, creando un panorama de consumo en el mediano plazo poco alentador. Sin embargo, lo que definitivamente desincentiva el consumo y hace que las personas sean más precavidas en su gasto es la incertidumbre sobre el futuro, expectativa política de la cual hemos tenido mucho este año y aparentemente seguiremos teniendo.

Estas señales nos harían prever que el consumo navideño de este año no va a presentar el importante dinamismo observado en años anteriores, perdiéndose efectos positivos de generación adicional de plazas de trabajo y competencia en un mercado dinámico.

Director del Centro de Estudios y Análisis de la Cámara de Comercio de Quito