...y, sin embargo, se mueve

Puede que la economía ande un poco -bastante- revuelta. Pero las grandes empresas españolas no parecen estar demasiado alarmadas. Ahí tienen a las eléctricas y gasista, cada vez más activas y más deseadas (a ver qué acaba ocurriendo entre Iberdrola, Unión Fenosa, Repsol, Gas Natural…y la EDF gala. Esto va a seguir dando muchas vueltas). O Caja Madrid, cuyo presidente, Miguel Blesa, prefiere seguir otro sexenio al frente de  esta entidad, que se expansiona hacia el Este (Rumanía, Bulgaria, Polonia), en lugar de presidir Iberia, como se llegó a rumorear. Ahí tenemos también a la propia Iberia, la ex compañía de bandera, que gana dinero a espuertas y es la novia deseada por tantos. O a los bancos, pensando en futuras expansiones.

Vaya usted por donde vaya, lo cierto es que las empresas y bancos españoles no parecen en absoluto inquietos por los vaivenes de los mercados: todos dicen que es cosa coyuntural. Aunque todos reconocen también que habrá turbulencias, que el poder adquisitivo va a bajar al tiempo que la inflación va a seguir controladamente disparada. Y, como decíamos ayer, si la campaña durase tres meses, el PP ganaba. Pero no dura tres meses, como advertíamos.

Lo importante es que las grandes empresas españolas no prevén recortes sustanciales en sus beneficios y excedentes para 2008, pese al pesimismo reinante. Ya digo, el ejemplo de Caja Madrid, que la semana próxima, atención, nos anunciará algún paso importante en cuanto a compra de participaciones en un banco de Rumanía, por ejemplo. Ojo al dato, que tiene su importancia, porque la expansión de la inversión española al Este europeo es ya imparable, y el águila Blesa ha puesto allí su mirada. Eppur si muove...