El centro de Rajoy

El líder del PP, Mariano Rajoy, se declara intrínsecamente moderado en una entrevista concedida a El Periódico de Catalunya. Por segunda vez en poco tiempo, y quizá de modo más claro, viendo como las elecciones municipales y autonómicas se aproximan, Rajoy se muestra decidido a dar un giro al centro. Podría reprochársele que haya tardado tanto en darse cuenta de algo que, dentro y fuera de su partido, se le venía reclamando, pero como el resultado es lo que cuenta, bienvenido sea este gesto de un hombre que, de momento, ha demostrado ser siempre un magnífico número dos.

Se supone que un movimiento político de ese calibre se da con un equipo a la medida, por lo que la pregunta de siempre vuelve a saltar: ¿es posible un giro al centro en el PP con Acebes y Zaplana o necesitará Rajoy abrir más el juego y aflorar de una vez a su verdadero equipo? Cualquier sabe, porque la verdad es que Mariano Rajoy es poco dado a poner lo que a veces hay que poner encima de la mesa, lo cual explica situaciones como la de su propia ciudad, Pontevedra, donde ni gobierna su partido ni él ejerce el suficiente liderazgo, por mucho que Manuel Fraga siempre le haya explicado que él no hubiera llegado a lo que llegó en Galicia, si hubiese perdido las elecciones en su Vilalba natal.

Al margen del equipo, Rajoy tendrá que aprobar otras dos grandes asignaturas: la autonómica, donde deberá cicatrizar las heridas de Cataluña y cuidarse mucho de no quemarse en Galicia, y la antiterrorista, donde deberá aportar algo más que críticas al Gobierno, al PSOE y a Rodríguez Zapatero. Un tercer frente delicado, el urbanístico y la corrupción, parece habérselo maquillado el PSOE, quizá para que semejante toro no se los llevase a unos y a otros por delante. Pero, como quiera que las próximas elecciones, son locales, ni PP ni PSOE deberían olvidar unas fechorías que, la verdad sea dicha, parecen estar muy mal centradas.