“Sinceramente, esperamos que Rajoy acepte y no rechace la nueva oferta de diálogo. Si dice ‘no’ otra vez, cometerá un error, será responsabilidad suya y hará un flaco favor a los intereses generales y a los de su propio partido”, señalaba rotunda la vicepresidenta primera del Gobierno,
María Teresa Fernández de la Vega, que fue la encargada de comparecer ante los medios de comunicación una vez finalizada la entrevista.
De la Vega recordó que hasta ahora “Rajoy ha hecho oídos sordos” a esa volunta de diálogo y a los llamamientos del presidente y contrapuso esta actitud con la que mantuvo Zapatero, “siempre coherente”, tanto cuando era jefe de la oposición, “que vino a Moncloa a dar apoyo y buscar el consenso”, como ahora que es presidente del Gobierno llamando a Rajoy “pese a la permanente actitud de rechazo” que mantiene en casi todos los frentes.
El presidente está dispuesto a tomarse “todo el tiempo que sea preciso y necesario” para recomponer ese consenso con los populares pero esperará primero a que Rubalcaba hable e informe a los grupos en el Congreso, y a su propia comparecencia en un pleno del Congreso, posiblemente el próximo día quince. Este debate se limitará a una comunicación del Gobierno y a las intervenciones de los portavoces de los grupos para fijar sus posiciones, pero no se votará ninguna resolución nueva sobre terrorismo.
Una vez agotadas estás dos iniciativas, y siempre ”en función de su agenda", el
presidente podría comenzar una ronda más amplia de encuentros en la Moncloa con los demás líderes políticos.
Ante las dudas que se están generando y que los propios dirigentes del PP están alimentando sobre las ‘ocultas intenciones’ de Zapatero de continuar con el proceso de paz más adelante, De la Vega quiso también señalar “de manera clara, precisa y rotunda” que el diálogo y el proceso está “roto” mientras añadía que “los únicos responsables de que se haya truncado la paz son los terroristas, la banda ETA es quien pone la bomba, dinamitando con ello el fin dialogado violencia”.
Al ser preguntada de nuevo sobre la posibilidad de que se reabra en el futuro si se dan las condiciones, De la Vega se negó a “hablar de hechos virtuales”. “Sólo hablamos de cosas reales y la realidad es que ETA ha sido la culpable de que se rompa el diálogo”, insistió.
A su juicio, desde que ETA decretó el ‘alto el fuego permanente’ el Gobierno “hizo lo que tenía que hacer”, negando con ello que haya habido “errores” en la gestión del proceso como aceptó el propio secretario de Organización del PSOE, José Blanco. Y ha sido Zapatero quien “lo ha liderado con coraje y firmeza”. La vicepresidenta recordó asimismo las advertencias del presidente de que “sería un camino largo, duro y difícil como ha quedado acreditado”. “También dijo – añadió- que solo se podría avanzar con la ley y el recuerdo de las victimas, sin pagar precio político y sin violencia. Lo dijo y se ha cumplido todo punto por punto hasta que la banda rompió el camino iniciado”.
Agradecer a los ciudadanos
Tampoco se olvidó De la Vega de agradecer “a los millones de ciudadanos, centrales sindicales, organizaciones ciudadanas y especialmente a las fuerzas de seguridad del Estado y a las partidos políticos” el apoyo que han recibido estos meses . Bueno, todos “a excepción del PP que desde el primer momento utilizó como elemento de desgaste contra el Gobierno la lucha antiterrorista”, manifestó con gesto serio.
Sin embargo, la vicepresidenta insistió en que “es hora de llamar a la unidad, no es hora de reproches. El PP tienen que ejercer también su responsabilidad con rigor y ánimo constructivo”, señaló, para volver a dejar claro que Zapatero sigue con “la mano tendida para un diálogo permanente y para compartir también estrategias comunes”.
Para el líder de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi , que ha pedido al Gobierno que no cierre el proceso, también hubo mensaje y es que “sabe cual es el camino que tiene que recorrer” para participar en el juego democrático.
Pero, pese a las buenas palabras de la vicepresidenta, que incluso llegó a calificar como “cordial” esta octava entrevista que celebran Rajoy y Zapatero desde el inicio de la legislatura y la primera tras el atentado, no parece haberse avanzado mucho.
Salvo sorpresas, en la Moncloa no esperan ningún cambio sustancial de actitud tras la reunión del martes de Rubalcaba con el portavoz Eduardo Zaplana. Es decir, que hay pocas esperanzas de que el PP acepte sumarse a un nuevo marcode diálogo que incluya a todas las grupos sin excepción dejando a un lado el Pacto Antiterrorista.
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