Masiva asistencia, moderado discurso y público ‘guerrero’

Fueron 7.500 los asistentes, como informaron los organizadores del mitin, o más de 3.000, como señalan fuentes periodísticas, está caro que el PP batió  record de asistencia en esta precampaña y en comparación con las campañas anteriores de los últimos años. Habría que remontarse a 1977, en las primeras elecciones democráticas, y las casi diez mil personas reunidas por Santiago Carillo en un campo de fútbol o la multitud, difícil de evaluar, que en 1982 vió a Felipe González en la Plaza de Toros de Santander en su camino hacia la mayoría absoluta y la presidencia del Gobierno. Los mítines de José María Aznar, antes y durante su etapa de presidente, no llegaron ni de lejos a tener la fuerza de convocatoria demostrada anoche en Santander por Rajoy.

El PP, que es el partido más votado en Cantabria, pero que quedó fuera del gobierno regional en 2003, cuenta con repetir el resultado de hace cuatro años en las elecciones generales. Ganó entonces con el 51,9% de los votos, frente al 40,87% del PSOE. 40.000 votos más que le dieron 3 diputados al Congreso y otros tantos senadores. La elección del palacio de Deportes, que por primer vez se utilizaba en campaña electoral, era una apuesta arriesgada pero  necesaria para dejar claro que son la fuerza política con más apoyo electoral de la región. Su alejamiento del poder regional, con perdidas notables también en el municipal merced a los acuerdos postelectorales PRC-PSOE, es un factor de riesgo a la hora de provocar melancolía en la militancia y en los votantes.

A juzgar por lo visto anoche en el recinto deportivo santanderino, el PP de Cantabria mantiene un firme suelo electoral que pretende hacer valer el 9-M. Los populares cántabros cuentan con una base militante que, a tenor de los gritos y eslóganes escuchados en el Palacio de Deportes, están más cerca de la COPE que del ABC. El mensaje más coreado fue “a por ellos, oe…”, seguido de “estamos contigo” y “Mariano presidente” por ese orden. Silbidos para Zapatero y noes rotundos cuando, al iniciar su intervención, encadenó  preguntas al público: "¿Ustedes se fían del señor Rodríguez Zapatero?" Un 'no' rotundo, que también obtuvo el resto de la preguntas sobre política económica o seguridad. Un sí unánime fue la respuesta del publico asistente cuando Rajoy les preguntó si hace falta un cambio de Gobierno.

Una parte del discurso de Rajoy se ha moderado en las últimas horas. Sobre todo tras la filtración del video de la Cuatro y la conservación a micrófono cerrado de Zapatero e Iñaki Gabilondo. El candidato a la presidencia por el PP dijo en Santander que el quiere “moderación y atender a los problemas reales de la gente”, mientras que Zapatero quiere“tensión y dramatismo”, para concluir que el presidente del Gobierno se “ha quitado la careta y ha aparecido el careto”.  Pero eso no impidió duras descalificaciones a la política del Gobierno socialista en materia de terrorismo, economía o la estructura territorial del Estado.

El ambiente critico había tenido previo calentamiento por parte de los dirigentes regionales. El presidente del partido en Cantabria, Ignacio Diego, repitió su catastrófica visión de la situación de la Comunidad Autónoma, al tiempo que arremetía contra Elena Salgado, la candidata socialista, a la que culpó de negarse a pagar el desfase presupuestario que se ha producido en la construcción del nuevo Hospital Valdecilla. José Joaquín Martínez Sieso, número uno de la candidatura del PP al Congreso y ex presidente de Cantabria,  dio pie a Rajoy, para que el candidato a la presidencia prometiera traer  Tren de Alta Velocidad, obra que ya esta en marcha, pero que no satisface a los populares.

No pudo faltar una referencia deportiva. No sólo por el escenario del mitin o porque el nuevo Campo de Sport del Sardinero se encuentre cruzando de acera. El Racing y su buena marcha en la Liga --está en puestos de UEFA-- y en la Copa del Rey, donde por primera vez en su dilatada historia va a disputar la semifinal, es tema recurrente de conversación ciudadana. Fue el alcalde de  la ciudad, Iñigo de la Serna, quien se atrevió a pronosticar su presencia, como primer edil de la capital de Cantabria, en el palco del Bernabéu para asistir, junto a Rajoy como presidente de España, a la final de la Copa del Rey con el Racing.