Bambalinas, el debate desde dentro

Rajoy tenía que llegar a las 21.15, pero fue tan previsor que salió de casa antes de tiempo y claro, como en televisión todo está milimetrado le tocó dar un par de vueltas a los pabellones del IFEMA. Los más de 400 periodistas llevaban horas preparados, pero los flashes llegaron a su hora, justo cuando estaba previsto. Las cámaras de televisión estaban colocadas en dos grupos, un primer grupo quedaba esperando en el exterior la llegada del coche y dentro del hall, el resto esperaban con ansia que los distintos ‘¡uys!’ se convirtiesen en un ¡ahí viene Rajoy!, pero hasta en tres ocasiones nos confundieron a todos, incluidos los miembros de la directiva de la Academia de la TV que esperaban para hacerse la foto y el propio cámara de la steady y sus cinco ayudantes que debían recoger la llegada en directo para la señal emitida en directo.

Los nervios ante la llegada del candidato popular aumentaba por momentos, un foco caía al suelo con gran estruendo y los organizadores fumaban dando vueltas como en la sala de espera de un paritorio.

Sin embargo, no fue primero, en el recinto ya habían llegado invitadost y asesores de ambos partidos. Y también, claro, el presidente del Ifema y antiguo alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano. Justo a la llegada de este último un grupo de unos cincuenta manifestantes populares ataviados con pancartas mostraban su apoyo al líder del partido con consignas tipo “¿Quién va a ganar? El Partido Popular”.

A las 21.15h con un traje azul oscuro y la corbata roja que ya usase en el programa de ‘Tengo una pregunta para usted’ posaba en el centro, a la izquierda del moderador del debate Campo Vidal y junto a Fernando Navarrete, Pepe Carbajo y Concha García Campoy. Dos minutos después, no había tiempo para más.

Y diez minutos después, la historia volvía a repetirse. Algo más relajados, los organizadores esperaban en la puerta la inminente llegada de Zapatero, que acudía al debate en calidad de candidato socialista y no como presidente del Gobierno. Otra vez sesión de fotos, sonrisas y un “el debate aún no ha empezado” respondía relajado a un periodista que intentó, pese a la prohibición expresa de la organización, sacar unas palabras antes de tiempo.

Las prisas

Los dos estaban dentro ya y a los medios les tocaba correr, pasillo arriba y abajo, tratando de colarse en las escaleras en aglomeraciones entre los que iban debidamente acreditados y los que intentaban colarse de tapadillo. Y todo ¿para qué?, para llegar al plató donde los candidatos iban a enfrentarse en el cara a cara.

Más de cuatro filas de cámaras de televisión y fotógrafos se apiñaban subidos entre los asientos del teatro para tomar la imagen previa al gran debate, muchos probablemente sacaron más cogotes que otra cosa porque a pesar de que la sala era amplia había más que codazos para coger el mejor sitio. Hubo un lapso de unos quince minutos hasta que llegaron los candidatos y entre tanto los miembros directivos de la dirección tuvieron que hacer de ‘azafatos’ y llevar el agua a los lugares donde se sentarían después los candidatos. Un vaso de agua sobre la mesa en el lugar donde se colocaría Zapatero y botellas bajo cada uno de los asientos. ¿Por qué Rajoy no tenía vaso? Al parecer el líder socialista lo pidió expresamente… 

Finalmente llegaron los dos candidatos precedidos de Campo Vidal, Zapatero entraba después y Rajoy en último lugar, se daban la mano en dos ocasiones y dos minutos después desalojaban la sala porque el show daba comienzo.

Una despedida poco protocolaria

Tras el debate, cuando Rodríguez Zapatero volvía a posar en el hall de la entrada junto a los directivos de la Academia de TV, pero aquí dio la nota. Según acordaron los dos candidatos no debían realizarse declaraciones a la prensa en ningún momento y Zapatero se saltó el protocolo.

Justo antes de que abandonara el recinto del IFEMA, los periodistas le gritaron –para que se les pudiera escuchar, ya que estaban separados por un cordón de seguridad- que como había visto el debate y cómo había visto a su oponente, a lo que Zapatero respondió que “hemos visto lo de siempre: un proyecto y nada; hemos visto la diferencia entre un proyecto y sólo crítica, crítica y crítica”. Ante estas declaraciones tuvo que intervenir Campo Vidal, el que hubiera actuado como moderador del debate para poner orden y recordarle que no debía hacer declaraciones. Zapatero se excusó con un "no me lo habían advertido" .

A continuación apareció Rajoy y aunque fue menos elocuente, se despidió muy animado de los periodistas respondiendo a un "¿quién va a ganar?"  levantando los pulgares como signo de triunfo.