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Los peones de la discriminación

Los peones de la discriminación

martes 04 de marzo de 2008, 00:02h

Cuando Evo Morales subió al poder y consagró al nuevo poder nacional - indígena, vendió mucho más de lo que podía brindar a su población. Y no me refiero solamente al populismo barato con matices dictatoriales, que hemos estado presenciando estos dos años de gobierno del Movimiento al Socialismo.

Evo Morales creyó que nacionalizar era la palabra mágica a todos los problemas del país, junto con sus secuaces más cercanos construyó un aparato que armó el espectáculo más tragicómico de la historia de Bolivia. Los artífices de este espectáculo son periodistas, comunicadores, aficionados al periodismo y/u operadores políticos que generaron el primer acto que denominaron: La imposición del indio mayor.

La tramoya de Tiwanacu fue solo el paso inicial a un concepto de Estado, el primer presidente indígena de Bolivia es el mejor slogan que se haya pensado en términos comunicacionales en Bolivia. Sirvió y sirve hoy para justificar errores, problemas y falencias del gobierno que no sabe por donde camina.

La nacionalización del Estado nunca pasó por el poder ejecutivo, hablamos de asesores de comunicación del exterior, el principal un prófugo de la justicia internacional. Algunos otros, más en sombra pero que ahora salen a escribir columnas para explicar que "todos queremos tumbar al indio". Esa es la explicación a las quejas de la gente común, a los problemas internacionales que Bolivia se ha creado sola. Había y hay claro, otros periodistas y personas de la comunicación locales, muchos de ellos son embajadores, cónsules. Otros juegan al misterio pero son peones claves en las jugadas futuras, sino cuál sería la mejor explicación al nuevo presidente de la Corte Nacional Electoral.

Estos peones de la comunicación lograron, es cierto, adjudicarse varias victorias. Le hicieron creer a muchos que la nacionalización de YPFB era verdadera, cuando no se nacionalizó ni un sólo lápiz. Las fotos, los militares en los pozos y el presidente indio con el casco hablando de los logros de su gobierno fue el acto segundo de la tramoya.

Son los mismos peones que insertaron en la sociedad el miedo a disentir, a no estar de acuerdo con las estupideces que se estaban haciendo por que inmediatamente te convertías en un oligarca, traidor o vendepatria. Crearon la imagen de un salvador, antes del indio presidente nada, hoy el renacimiento de una nación.

Apareció uno de los términos más famosos de este gobierno: discriminación. Si estabas en contra, eras discriminador, si no estabas de acuerdo discriminabas y cuando después de haber sido agredido pedías explicaciones, te daban 500 razones y años del porqué tenías que bajar la cabeza y aceptar lo que estaba sucediendo.

Lo terrible es que el presidente se ha convertido en su propia víctima, terminó creyendo su mentira y asume que no es capaz, que no tiene la capacidad intelectual, además no entiende que las cosas pueden estar erradas y que los indígenas pueden equivocarse. Entonces se auto discrimina. Termina asumiendo el rol mojigato de ignorante y poco letrado bajando la cabeza a las decisiones de los otros, los secuaces cercanos, aquellos convictos por terrorismo o que fueron aprendices de la Escuela de las Américas. A veces despierta del letargo y juega su carta más poderosa, se viste con el traje que más el gusta, el sindicalista autoritario que siempre fue y cree que puede doblegar a las masas como siempre lo hizo, sólo que Bolivia toda no es el Chapare.

Cuando Winston Curchill decía: "El problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes" resumía lo que le sucede a Evo Morales hoy. Le gustó tanto ser el inca mayor que se olvidó que tenía que gobernar, se ocultó en su propia mentira - creada por los peones internacionales - y los resultados están a la vista. El indio no funciona.

Lo que se vive en Bolivia es un gobierno de facto, por que simple y llanamente las instituciones democráticas han sido ultrajadas y convertidas en prostíbulos de los secuaces de Evo Morales y sus grupos paramilitares, que se conforman con poco alcohol y un discurso de venganza.

Los peones de la comunicación están destinados al acto tres, a asegurar que los procesos electorales sean del agrado del Presidente, pero además, siguen trabajando, tratando de hacer olvidar a la población que la aprobación de la constitución del MAS fue resuelta bajo fuego, cercada por militares y milicias de Evo Morales y que costó la vida de muchos bolivianos.

Lic. Martin P. Gutiérrez M.C.M.
Comunicador

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