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Corrida de expectación, corrida de decepción

Evolución favorable de Aparicio, herido grave el domingo en Las Ventas

Evolución favorable de Aparicio, herido grave el domingo en Las Ventas

domingo 23 de marzo de 2008, 20:40h
El matador de toros, que resultó cogido por su primer toro de la corrida en Las Ventas y que le infirió una cornada de 25 centímetros de pronóstico grave, ha pasado la noche tranquilo aunque con fuertes dolores. A media mañana de este lunes le visitó el cirujano y doctor jefe de la enfermería de Las Ventas, Máximo García Padrós, que fue el que le operó.

El doctor ha comprobado que los drenajes de la herida están cumpliendo su labor y que la evolución es favorable. En principio el coletudo deberá estar hospitalizado haste el jueves y después pasará a su domicilio, donde  García Padrós, poco amigo de pronósticos, "porque estos tíos son unos fieras y se recuperan siempre más deprisa", cree que tardará alrededor de dos a tres semanas en obtener la recuperación que le permita volver a los ruedos.

Grave cogida de Aparicio y detalles de Perera y Morante

La parte negativa de la corrida de Las Ventas, que tanta expectación había despertado, el grave percance de Aparicio, no compensó lo poco positivo de la misma. Mal juego y flojera de los bicornes de Puerto de San Lorenzo y sólo algunos detalles de Perera y Morante.

Lo peor no fue que se cumpliera el tópico: corrida de expectación, corrida de decepción. Quia. Lo peor es que Julio Aparicio vio soliviantada su carne por el hierro candente de los pitones de su primer enemigo al entrar a matar. Fue una cornada espeluznante que nos oprimió los corazones y que luego, dentro de la gravedad, no se confirmó con los malos presagios iniciales.

El diestro sufre una cornada de 25 centímetros en el muslo izquierdo, de pronóstico grave. Fue intervenido bajo anestesia general en la misma enfermería de la plaza de una "cornada en la cara interna del tercio superior del muslo izquierdo con trayectoria ascendente, de veinticinco centímetros, que causa destrozos en el músculo cuádriceps y contusiona el paquete vasculo-nervioso con espasmo arterial, y alcanza la cara externa a nivel de cadera izquierda", según el parte médico.

Un parte médico que firma el doctor Máximo García Padrós, quien señaló que "el herido ha sido trasladado a la clínica de La Fraternidad", donde posiblemente deberá permanecer todavía por espacio de varios días antes de pasar a su domicilio para seguir la rehabilitación.

A pie de quirófano, también el padre del torero, el maestro ya retirado Julio Aparicio, indicó que "ha sido una fatalidad, pero dentro de lo malo ha habido suerte. El médico nos dice que si todo va como es de esperar, en quince días es posible que Julio esté toreando de nuevo".

Con tan mal fario, casi de inicio, poco podía esperarse del festejo después. Pero la culpa fue de la mansa corrida de Puerto de San Lorenzo, además escasísima de fuerzas. Ante ella, se diluyó la magia de Morante de la Puebla, que sólo nos estremeció con tres verónicas barrocas y una media genial en un quite al quinto. El resto, intentos para nada y fallos continuos con las armas toricidas.

Miguel Ángel Perera se quedó más quieto y alboreó, junto a un quite por ajustadas gaoneras en respuesta al de Morante, algunas series de ligazón y mando ante los de su lote, sobre todo por la derecha, pero tampoco logró calar en demasía en los tendidos por la nula transmisión de los bureles.

Se lidiaron seis toros de Puerto de San Lorenzo, con trapío pero mansos y flojos. Julio Aparicio, cogido en su primero, tras el cual su cuadrilla recogió una ovación. Morante de la Puebla: silencio tras aviso; silencio y pitos. Miguel Ángel Perera: saludos tras dos avisos y palmas.

Triunfo a sangre y fuego de José Tomás

Además de Aparicio, hubo otro herido, aunque con un puntazo sin importancia que no necesitó ni parte médico. El de José Tomás, que cortó tres orejas en Málaga a cambio de ese puntazo en su segundo enemigo.En el primero destacó con sus verónicas y un quite por gaoneras ajustadísimas. La faena de muleta fue intermitente, aunque unas manoletinas finales le valieron una oreja de poco fuste.

Su explosión fue con el segundo, al que desorejó por partida doble a base de valor y aguante por la poca claridad de sus embestidas. En una de ellas le volteó produciéndole el puntazo referido, pero una gran estocada y la emoción del público le valieron el doble premio y los gritos de ¡torero, torero! No triunfaron sus compañeros, Cayetano y Manolo Sánchez, silenciados. Los toros fueron de Vegahermosa y dos de Jandilla.
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