Mientras Balbina Herrera era ovacionada cuando ingresaba al recinto del partido, Juan Carlos Navarro observaba silencioso cómo los perredistas demostraban su cariño a “la Chola”, como le dicen a su compañera de lides y cuitas políticas, desde que el partido se fundó, al final de la década del 70.
Los perredistas se reunieron el lunes para firmar un Pacto Ético, que modere el tono ofensivo de las campañas que disputarán hasta el mes de agosto, cuando voten para elegir quiénes los representarán en la contienda de mayo de 2009. Cuatro de ellos se han precandidatizado al cargo de presidente, pero quienes levantan expectativas son Herrara y Navarro.
El presidente Torrijos aprovechó la ocasión para reiterar que en el PRD no hay ungidos, y que cada candidato deberá “buscar los votos”, si desea que sus aspiraciones encuentren una posibilidad real de ser elegidos como los perredistas que enfrentarán a la oposición, que desde ya está tratando de unirse, pero con pocas probabilidades de éxito.
En el encuentro del pasado lunes fue notorio el respaldo que los copartidarios le brindan a Balbina Herrera, al recibir aplausos en diferentes ocasiones. Pero más notoria fue la actitud pasiva y meditativa de su oponente Navarro.
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