¿Por qué no cambian de camello ideológico?

 El PP se encuentra sumido en una crisis que no se veía en las filas del centro derecha español desde los años de la desintegración de la UCD. Cada día aparecen figuras políticas de esta formación, entre ellas muchos figurones,  que dan su versión de lo que pasa y vaticinan lo que se avecina hasta el Congreso de Valencia, convocado inicialmente para aclamar a Mariano Rajoy como líder indiscutible y que puede convertirse en el evento en el que todos discuten lo diseñado por los ideólogos del aparato.

Rajoy anunció que “yo sigo” y enseguida aparecieron  críticos con esta determinación del que salió derrotado en los pasados comicios generales; luego Eduardo Zaplana y Angel Acebes se fueron para dejar el camino libre a su todavía jefe; más tarde, cuando  se supo que entre los elegidos para la nueva etapa popular aparecía Alberto Ruiz-Gallardón, José Antonio Ortega Lara se dio de baja y se produjo la espantada de María San Gil. Todos estos ingredientes,  depositados en un recipiente y con un toque de agitación, se transformaron en un cóctel insípido, maloliente y con los colores negros de la muerte súbita.

Nadie con sentido común y amor a su salud se bebería esta pócima. Para acompañar tan asqueroso producto se prepararon unos aperitivos consistentes en manifestaciones favorables y contrarias a la aventura de Rajoy, delante de la sede pepera de Génova. Unos y otros actúan de manera desconocida por la ferocidad de sus tajantes pronunciamientos y algunos tratan de determinar qué ha pasado entre los populares para dar este espectáculo tan impresentable. ¿Rajoy está rompiendo el PP y se ha echado en manos de ETA, emulando al Zapatero malvado de la pasada legislatura?, como sueltan algunos con otras palabras que significan eso mismo. ¿Por qué los que desean que su jefe se vaya a casa se expresan con tan malos modos? ¿Existen diferencias ideológicas insalvables entre los llamados moderados y los definidos como radicales? Si es así,  nadie lo ha dicho ni lo ha escrito en ningún documento político o ideológico.

¿Existen diferencias ideológicas? A lo mejor,  sólo son batallas personales entre los que quieren estar más arriba en el escalafón y los que ya tienen el compromiso de pillar un buen puestecito. Yo me decanto por considerar que los extraños comportamientos de unos y otros tienen más que ver con un mal pedo provocado por una dosis ideológica adulterada. Igual que el camello que vende drogas ilegales al por menor, y a veces se pasa al ofrecer sustancias de mala calidad o con niveles de pureza demasiados bajos o excesivamente altos, los que asesoran a los que mandan y a los mandados por el mandamás también puede enloquecer y proponer verdaderas barbaridades.  Las reacciones alteradas de los amigos y enemigos de Rajoy parecen similares a los efectos de un mal viaje debido a un tripi chungo, es decir que el camello del LSD ideológico se ha pasado.

Esta potente droga psicodélica provoca estados alterados de conciencia, comparados en ocasiones con los de la esquizofrenia o la experiencia mística.
Cuando dice San Gil que ha perdido la fe y la confianza en Rajoy, da la sensación de que lo religioso embadurna su discurso. Con tantas similitudes entre los ataques de unos y otros, no sería descabellado pedir un cambio de camello ideológico y esperar a que pasen los efectos del LSD que algún degenerado podría haber colocado en la jarra de agua de la que todos beben. Pasada la resaca, todos podrían recapacitar después del mal viaje y peor pedo colectivo que parecen haber pillado.