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Diputados marianistas apuntan a Pío García-Escudero como nuevo secretario general del PP

jueves 05 de junio de 2008, 10:10h
El nombre de Pío García Escudero se da prácticamente por seguro para ocupar la  secretaria general del PP que dejará libre en junio Ángel Acebes tras el XVI Congreso Nacional que se celebrará en Valencia. Dirigentes afines a Rajoy creen que el líder del PP tiene ya decidido que su número dos sea el actual portavoz del Senado, y que pese a su resistencia inicial, éste ha terminado por aceptar la oferta. García Escudero, a juicio de los diputados consultados, tiene el perfil adecuado para ese importante cargo: amplia experiencia en cargos orgánicos, conoce muy bien el partido y es un dirigente respetado por  la mayoría, además de un hombre de la total confianza de Rajoy. Su designación solo levantaría algunas ronchas entre los más furibundos ‘aguirristas’.

“Yo creo que Mariano ya ha tomado la decisión. Pío es una persona de absoluta confianza y encaja a la perfección en el cargo”, afirma convencida una diputada de la nueva hornada muy cercana a Rajoy. Como ella, opinan otros diputados del PP con los que ha conversado este diario.

Fue, dicen, en el acto celebrado el pasado sábado en Valladolid cuando el líder del PP habló con el portavoz de su partido en la Cámara Alta para proponerle la idea muy en serio después de barajar varias posibilidades, dado que García Escudero le había dejado caer en anteriores conversaciones que no le entusiasmaba la idea.

Por cierto que, en el caso de que García-Escudero fuera nombrado secretario general del partido en junio, fuentes del PP no descartan que la portavocía en el Senado pase a manos de Javier Arenas -que ahora es senador autonómico- e incluso de la catalana Alicia Sánchez Camacho, una de las dirigentes que, junto al canario José Manuel Soria y María San Gil, ha integrado la polémica y controvertida Ponencia Política del PP.



Otras posibilidades

Rajoy habría barajado también que el cargo lo ocupe por primera vez una mujer. El nombre que mejor encaja es el de María Dolores de Cospedal, presidenta del PP de Castilla La Mancha. Pero el problema es que esta opción supone “desvestir a un santo para vestir otro”, dado que el líder del PP quiere que el próximo secretario general se dedique en cuerpo y alma a esta tarea, incompatible con la presidencia regional castellano-manchega y con una candidatura electoral de esa envergadura. No hay que olvidar que en esa Comunidad el PP -feudo del socialista José Bono- se ha acercado en las últimas elecciones autonómicas peligrosamente al PSOE, recortando la distancia de 11 diputados que mantenían en 2003 a tan solo cinco en 2007. La victoria con Cospedal en 2011 podría ser posible por lo que a Rajoy no le conviene removerla.

Otro de los nombres femeninos que ha entrado en las quinielas es el de la eurodiputada Ana Mato, considerada una mujer de confianza del andaluz Javier Arenas. Pero en el entono de Aznar la ven con muy buenos ojos, un detalle que suscita suspicacias entre algunos fieles a Rajoy. Mato podría encajar en una vicesecretaría.

Ante esta situación la mejor opción es la de García-Escudero. El portavoz del PP en el Senado, sin embargo, provoca cierto rechazo entre un sector de los aguirristas que saben que García-Escudero no perdona a la lideresa la escasa generosidad que demostró cuando él le dejó elegantemente el camino libre para convertirse en presidenta del PP de Madrid. Pero a Rajoy, a estas alturas de la película, esto ya no le preocupa. Lo que desea es cerrar una lista con personas con las que puedan sentirse a gusto y no verse traicionado a las primeras de cambio.

 

El futuro de Costa

¿Y que ocurrirá con Costa? Los diputados consultados por Diariocrítico coinciden también en opinar que lo que busca  el diputado por Castellón desde el principio es “hacerse valer, sacar pecho”  para que Rajoy cuente con él y se decida a hacer una “candidatura de integración” que combine renovación con veteranía. 

Estos diputados creen que el ex ministro ratista de Ciencia y Tecnología seguirá sin levantar sus cartas, amagando con la idea de presentar una lista alternativa como una forma de presión hasta que Rajoy descubra su jugada y se sepa quien será su número dos, su portavoz y quienes sus cuatro vicesecretarios. Dos de estos nombres ya se saben. Esteban González-Pons y Alberto Ruiz-Gallardón.

En el caso de que Costa decidiera a dar ese “paso adelante con mucha ilusión y mucha responsabilidad”, según sus propias palabras, conseguir los 600 avales  no sería ningún problema. La principal duda estriba en sí Costa es capaz de rellenar una lista con más de treinta nombres con suficiente tirón para poder confrontarla con la candidatura oficialista. La incógnita pronto se desvelará.
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