Desde la hora del trágico accidente, sin que el piloto comunicara nada sobre el estado de la nave, la tragedia ha estado envuelta en velos de duda e incertidumbre técnicas.
Ernaldo Carrasco, único sobreviviente de la siniestrada nave SAN-100, “desapareció” del hospital donde había sido internado, después que el helicóptero del cual era copiloto cayó en una las principales avenidas de la ciudad de Panamá. En el accidente murieron 11 de los 12 pasajeros y tripulantes, entre ellos militares chilenos y sus esposas. La desaparición de este testigo clave suma nuevas dudas al indocumentado accidente.
Las autoridades han determinado que el SAN-100 trataba de aterrizar en el helipuerto del hotel Miramar, cuando el piloto se enteró de que le fallaba un motor. En el lugar había fuertes vientos, por lo que decidió remontar la nave y tratar de llegar al aeropuerto de Albrook, a unos 3 minutos del Miramar. En el trayecto podría aterrizar en el estadio Juan Demóstenes Arosemena, pero cayó en la azotea del almacén Banana Price, apenas a unos 500 metros de ese improvisado helipuerto.
Las autoridades no han comunicado nada sobre la ausencia del subteniente Carrasco, pero se conoce que la procuradora de la Nación, Ana Matilde Gómez, logró interrogarlo a través de la fiscal Maruquel Castroverde, sin que trascendiera qué averiguó en la entrevista, más que lo sabido por las palabras del piloto antes de morir: “fue una falla en el motor”. Los medios panameños se encontraban hoy indagando en todas partes, para saber sobre la ubicación del crucial testigo, pero sin ninguna suerte.
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