El número dos del mundo ofreció una gran imagen en su estreno en el All England Club haciendo gala de un extraordinario saque -con 17 ''aces''- y un buen porcentaje de aciertos en sus subidas a la red (70 por ciento) exhibiendo un juego similar al del pentacampeón Roger Federer.
El tenista español Rafa Nadal inició su andadura en el torneo de Wimbledon, tercer ''Grand Slam'' de la temporada, con una cómoda victoria ante el alemán Andreas Beck en una jornada en la que se despidió Óscar Hernández.
El número dos del mundo ofreció una gran imagen en su estreno en el All England Club haciendo gala de un extraordinario saque -con 17 ''aces''- y un buen porcentaje de aciertos en sus subidas a la red (70 por ciento) exhibiendo un juego similar al del pentacampeón Roger Federer.
El manacorí, finalista los dos últimos años, no tuvo que hacer grandes esfuerzos ante el joven Beck, 122 del ranking ATP y procedente de la previa, para imponerse por 6-4, 6-4, 7-6 (0) tras dos horas y diez minutos de juego.
El tetracampeón de Roland Garros, que hace unos días se convirtió en el primer español en ganar un título sobre hierba 36 años después, no tuvo piedad del debutante y encarriló el encuentro de un modo sencillo.
A pesar de que Beck llegaba espoleado por su fama de sacador, y de que también es zurdo, no fue capaz de crear problemas a Nadal más que en el último set y ni siquiera gozó de una sola bola de ''break'' en todo el partido.
El tenis agresivo de Nadal brilló desde el inicio del choque y permitió al mallorquín cobrarse la primera ventaja en el séptimo juego de la primera manga. Tras llevarse el primer set con relativa comodidad, repitió el guión en la segunda manga aunque la ruptura llegó antes (2-1).
En el parcial definitivo, le costó más quebrar la resistencia de su adversario. Así, llegó a contar con cuatro bolas de ''break'' en el séptimo juego, pero no pudo transformar ninguna y tuvo que resolver el partido en una muerte súbita que se llevó en blanco.
En la siguiente ronda, Nadal se enfrentará al jovencísimo letón Ernests Gulbis, que superó al estadounidense John Isner. El báltico brilló con sus cuartos de final en Roland Garros, donde fue eliminado por Novak Djokovic, aunque sólo cuenta con una participación previa en Wimbledon, con su eliminación en primera ronda el año pasado.
Matthieu apea a Hernández
Peor suerte corrió Óscar Hernández ante el francés Paul-Henri Matthieu y se vio obligado a despedirse por 3-6, 6-2, 6-0, 6-2 por lo que sigue sin ganar un solo partido en cuatro participaciones en el ''grande'' sobre hierba.
El catalán encarriló bien el encuentro llevándose la primera manga con mucha comodidad y inició con ventaja el segundo set (2-1), pero a partir del cuarto juego se fue mentalmente del encuentro y ya no pudo reponerse.
El galo, decimocuarto preclasificado, estuvo impecable con su primer servicio (85 por ciento) y ocho ''aces'' que le permitieron llevar el ritmo del encuentro.
Gana Venus Williams al iniciar defensa de título en Wimbledon
La tenista estadounidense Venus Williams comenzó con el pie derecho la defensa de su título del torneo de Wimbledon, tercer Grand Slam del año, al superar a la británica Naomi Cavaday.
Williams, séptima en la siembra del torneo más antiguo y prestigioso del mundo, tuvo problemas en el primer set para derrotar a la local, pero en el segundo retomó su nivel y la venció con facilidad en dos parciales por 7-6(5) y 6-1.
La cuatro veces ganadora de Wimbledon y número siete de la clasificación mundial, se medirá en la segunda ronda a la también local Anne Keothavong, quien derrotó este día a la estadounidense Vania King en tres sets por 4-6, 6-2 y 6-3.
Por su parte, la colombiana Catalina Castaño terminó su participación en el certamen inglés, al caer en la primera ronda ante la india Sania Mirza, pese a ganar el primer set, por 6-7(3), 6-3 y 6-4.
Busca hoy Alemania su sexta final ante Turquía
La selección alemana, la competitividad y la fiabilidad por bandera, buscará hoy su sexta final de una Eurocopa y lo tiene todo para conseguirlo frente al mermado equipo de Fatih Terim, que precisa de un cuarto milagro para seguir haciendo historia.
Los alemanes, la síntesis del fútbol fiable, que siempre construyen equipos para ganar, son los máximos favoritos a estar en la final de Viena. El equipo de Joachim Low se desperezó cuando le requirieron las exigencias y lo hizo a lo grande, derrotando a Portugal (3-2), en una exhibición no de fútbol, sino de gasto físico y de máximo aprovechamiento de las jugadas de estrategia.
Alemania ha mejorado partido a partido, después de una dubitativa primera fase, en la que finalizó segundo de su grupo -por detrás de Croacia-. La fuerza que le da Michael Ballack es fundamental para la suerte del equipo de Low.
El jugador del Chelsea aguanta en el centro del campo y es uno de los jugadores con mayor llegada del equipo. Espera en Suiza resarcirse de una temporada en la que no le han rodado las cosas bien, ya que se ha quedado a un paso de levantar la 'Premier League' y también la Liga de Campeones.
Ballack es el paradigma de un equipo creado, no tanto para jugar bien al fútbol, como para ganar. Los alemanes afrontarán mañana su sexta semifinal de la máxima competición europea de selecciones, con un espectacular balance: 4 victorias y una derrota.
Ganó en las de 1972 (Bélgica 2-1), 1976 (Yugoslavia, 4-2), 1992 (Suecia, 3-2) y 1996 (Inglaterra 1-1 (pen). La única que perdió fue en 1988, precisamente cuando jugó en casa ante Holanda (1-2), que después fue la campeona.
Alemania ha levantado el trofeo en tres ocasiones (1972, 1980 y 1996), después de haber jugado dos finales más (1976 y 1992). La primera la perdió en la tanda de penaltis, con el checo Panenka como innovador en los lanzamientos, la segunda frente al increíble conjunto danés, que tuvo que concentrar a sus jugadores deprisa y corriendo, después de la expulsión de Yugoslavia.
Frente a los turcos, Alemania podría alinear al mismo equipo que derrotó a Portugal con una única variación, la entrada de Torsten Frings por Thomas Hitzlsperger. El centrocampista del Werder Bremen tiene muchas posibilidades de volver al equipo titular tras la lesión que le mantuvo de baja ante Portugal.
Así, Low pondrá a Friedrich, Mertesacker, Metzelder y Lahm; en la defensa; Rolfes acompañará a Frings en el doble pivote; por detrás de Schweinsteiger, Ballack y Podolski, mientras que él único punto será Klose.
Los turcos esperan su cuarto milagro en esta competición. Después de ganar sobre la campana a Suiza y República Checa, así como a Croacia en los penaltis, ahora afrontan un salto sin red, porque a la dificultad de medirse a Alemania se encuentran las nueve bajas que lastran sus posibilidades.
Sigue suspendido el meta Volkan Demirel, expulsado ante la República Checa y que mañana cumplirá su segundo partido, mientras que por acumulación de tarjetas están sancionados Emre Asik, Tuncay Sanli y Arda Turan.
Ahí no acaban los problemas, porque están lesionados Emre Gungor, Servet Cetin, Tumer Metin, Emre Belozoglu y Nihat, el delantero del Villarreal, que fue fundamental en la victoria ante los checos.
Vistas así las cosas, Terim se plantea poder alinear al tercer portero Tolgan Zengin como jugador de campo, porque en total cuenta con 11 jugadores de campo y dos porteros, después de que no prosperara la apelación para que le rebajaran la sanción a Demirel.
Los turcos se acogerán al estado de gracia del delantero Semih Santürk, del Fenerbahce, quien ya marcó el gol del empate en el triunfo ante Suiza (1-2) y el que forzó el lanzamiento desde del punto de penalti ante Croacia, en un partido en el que los de Terim perdían con el tiempo ya cumplido.
Si es por experiencia, Alemania es favorita en todos los terrenos. Por ejemplo, ha ganado en toda su historia cinco de las seis tandas de penaltis que ha afrontado, pero frente a Turquía, el 'equipo milagro', todo es posible.
Alineaciones probables:
Alemania: Lehmann; Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm; Frings, Rolfes; Schweinsteiger, Ballack, Podolski; y Klose.
Turquía: Rüstü; Sabri, Gökhan Zan, Mehmet Topal, Hakan Balta; Kazim Kazim, Mehmet Aurelio, Emre, Hamit Altintop, Tümer; y Sentürk.
Árbitro: Massimo Busacca (SUI)
Estadio St. Jacob Park de Basilea.
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