.gif)
La economía estadounidense siguió perdiendo empleos en junio por sexto mes consecutivo, revelando la persistente debilidad de la coyuntura, pese a las medidas gubernamentales para reactivar la economía.
La pérdida de 62.000 empleos en junio, según cifras publicadas el jueves por el Departamento de Trabajo supera las expectativas de los economistas, que preveían la supresión de 60.000 empleos, pero el ritmo de la degradación no se aceleró: 62.000 empleos se habían perdido asimismo en mayo (cifra corregida tras una primera estimación de 49.000), y la tasa de desempleo se mantuvo estable en 5,5% (los analistas esperaban un ligero reflujo a 5,4%.
En un primer momento, la bolsa de Nueva York acogió bien estas cifras, pero cayó un poco más tras el anuncio de una contracción inesperada en el importante sector de servicios, para recuperarse hacia el cierre. El Dow Jones ganó 0,65%, mientras que el Nasdaq perdió 0,27%.
En el conjunto del semestre, la economía estadounidense perdió 438.000 empleos, o sea, 73.000 despidos por mes en promedio.
El sector más afectado fue el de la construcción, golpeado de lleno por la crisis del crédito inmobiliario, con la pérdida de 43.000 empleos en junio y de 528.000 en total, después de haber alcanzado un pico en setiembre de 2006.
El sector manufacturero también se vio afectado (-33.000), con la pérdida de 39.000 empleos mensuales desde el comienzo del año, contra 22.000 en 2007.
Al mismo tiempo, el Departamento de Trabajo anunció que el número de pedidos de seguro de desempleo aumentó fuertemente durante la semana terminada el 28 de junio, a 404.000 contra 388.000 la semana anterior.
Si bien se ha evitado lo peor, los analistas no se mostraron muy animados con estas cifras, en momentos en que la economía estadounidense se ve afectada por un triple choque: una crisis del crédito, la disparada de los precios del petróleo, y la crisis inmobiliaria.
Varios analistas estimaron que las estadísticas enmascaran la verdadera gravedad de la situación. Según el economista independiente Robert Brusca “las horas trabajadas han disminuido, lo que indica una actividad económica más débil de lo que sugieren por sí solas las cifras del desempleo”.
Peter Morici, de la Université de Maryland, estima asimismo que la estabilización del desempleo en 5,5% enmascara en realidad “el número de adultos desalentados, que han dejado de buscar empleo” y que por esa razón no entran en la estadística, y mencionó una tasa real que estima en 7,2%.
“Seis meses consecutivos de pérdidas de empleo son la señal más clara de que la economía ha caído en una recesión de una profundidad y de una duración inciertas”, explica Morici.
Las cifras de empleo, ni francamente desfavorables ni muy positivas, no dan una indicación clara sobre la situación real de la economía a la Reserva Federal, cuyo Comité de Política Monetaria (FOMC) se reúne el 5 de agosto.
Para Stephen Gallagher, de la Société Générale, la posibilidad de que el desempleo llegue a 6% debería impulsar a la Fed a Fed mantener sus tasas inalteradas, en lugar de aumentarlas para luchar contra una inflación que renace.
“Con un mercado laboral débil, y un índice ISM decepcionante en el sector de servicios, la Reserva Federal puede mostrarse menos optimista sobre las perspectivas de empleo en las próximas semanas”, concluye por su parte Marie-Pierre Ripert, economista del banco Natixis.
En momentos en que aumenta la importancia de la economía en la campaña presidencial, el demócrata Barack Obama lamentó que en la víspera del feriado prolongado de la fiesta nacional estadounidense, “demasiados estadounidenses lo pasarán sin trabajo y con dificultades para alimentar a sus familias” debido al fracaso de las políticas de los últimos ocho años”, y exigió medidas de reanimación rápidas.
El republicano John McCain advirtió contra la tentación del aumento de los impuestos y contra el proteccionismo, “cantos de sirena que perjudicaron a los estadounidenses en diversas ocasiones”.
Si (
No(
