La noticia de que la televisión pública nacional no iba a retransmitir la marcha principal del Orgullo Gay en Madrid, que esta vez será de carácter mundial y no sólo nacional, comenzó a dar que hablar en los últimos días. TVE argumentaba, con la boca pequeña, que no era un asunto de gran interés público como para justificar la cobertura en directo, pero la verdad a voces era que el Ente Público, en manos del Gobierno del PP, no iba a dar ese gustazo al movimiento LGTB.
Por eso un ejercicio de sinceridad como el que ha tenido el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, es de agradecer más allá de coincidir o no con su postura. Sánchez, que estaba ayer en el Congreso en la comisión de control de RTVE, respondió al diputado Ignacio Urquizu, del PSOE, que él es "católico, apostólico y romano". Sánchez intentó argumentar durante todo el tiempo que no se ofrecía la marcha gay porque "tampoco lo retransmiten, ni Telecinco ni Antena 3", argumentos que todos sabían en el Congreso que no tenían nada que ver con la verdadera razón por la que estaba vetado este evento en la cadena pública.
También alegó que no era rentable para TVE y que no se niegan a ofrecerlo, pero que hay "programaciones ya diseñadas" y que "no se puede dar todo, pero el evento será cubierto por RTVE". Preguntado por el hecho de que la cadena sí ofrezca en directo todos los domingos una misa, intentó desligar ambos casos: "Lo de los actos católicos no tiene nada que ver".
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