Llevaban mucho tiempo los dirigentes del Depor protestando por las malas condiciones del Estadio de Riazor, de propiedad municipal y donde juega sus partidos el equipo coruñés, pero hasta que no ha llegado el durísimo temporal que estos días se mueve por Galicia no se ha tomado la decisión drástica de suspender un partido. El Depor-Betis de la jornada de Liga que se iba a disputar este mismo viernes.
El temporal, que comenzó a últimas horas de la tarde noche del jueves, arreció en la madrugada de este viernes afectando al graderío de los dos fondos de Riazor, que amenazan incluso con derribarse. Sobre todo porque, según coinciden todas las previsiones del tiempo, a lo largo del día van a seguir las rachas de viento, incluso con mayor intensidad que las pasadas.
El viento que va a superar los 120 kilómetros por hora hará que se mantenga la alerta naranja en la que ya está la ciudad y que se haya suspendido también un partido de baloncesto previsto en el polideportivo de Riazor, concretamente el que iba a enfrentar al equipo local del Leyma y el Barcelona Lassa. Por su parte, la expedición bética, que llegó a La Coruña el jueves, ya ha abandonado la ciudad a la espera de la fecha en la que se celebre.
Si (
No(
