Rajoy se quedará "a las duras y a las maduras", si le dejan

   "Me han pasado muchas cosas buenas y felices pero de las mejores, ser militante del PP. Le he dedicado al PP media vida y le dedicaré lo que haga falta hasta que queráis vosotros que yo siga aquí. Os pido que me ayudéis. Yo sólo os prometo estar a la altura de las circunstancias", afirmó durante su discurso en la tradicional cena de Navidad que organiza el PP madrileño, que tuvo lugar en Parla.

   Entre los asistentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre(de manera muy efusiva, la "enhorabuena" al alcalde madrileño por haber ganado en barrios que nunca antes se habían conseguido); su vicepresidente Ignacio González; el primer edil, Alberto Ruiz Gallardón, y su esposa Mar Utrera; el vicealcalde, Manuel Cobo; el portavoz en el Senado, Pío García Escudero; y numerosos cargos del PP madrileño.

   Uno de los momentos que más interés despertó esta noche fue el hecho de que Gallardón y González se sentaran juntos tras la polémica abierta esta semana con las listas electorales a raíz de las declaraciones del segundo afirmando que los Estatutos del PP establecen que es incompatible el cargo de alcalde con el de diputado.

Rajoy sin "hipotecas"

   En su intervención, Rajoy insufló ánimos a los más de quinientos militantes del PP que acudieron a esta cena. "Tengo la total y absoluta convicción de que vamos a ganar en marzo", proclamó. A continuación, agradeció a los presentes la labor realizada estos años, en los que, según dijo, han estado "todos a la altura de las circunstancias" y no han "abandonado" al PP.

   "Somos un gran partido, que sabe estar a las duras y a las maduras", enfatizó, para subrayar que igual que ganaron las elecciones municipales del pasado 27 de mayo ahora ganarán las generales.

   En este contexto, el presidente de los 'populares' confesó estar "en forma" para afrontar la carrera electoral y convertirse en el próximo inquilino de la Moncloa. "Como soy el candidato del PP a la Presidencia del PP tengo que deciros como estoy: estoy en forma, muy bien", exclamó, cosechando un caluroso aplauso.

   Incidió en que no tiene "hipotecas" y que sólo se debe a la gente y al Partido Popular, en el que lleva militando toda la vida. "No tengo hipotecas, soy independiente y esto cuesta a veces mantenerlo", resaltó, para agregar que ése es "el mejor aval para ser presidente de España".

   También repasó algunos de los temas que han marcado la agenda política en esta legislatura, como el modelo territorial o la política antiterrorista. Así, aseguró a los militantes del PP madrileño que hay que decir a la gente que sólo hay una nación, que se llama España, "no cuatro ni cinco". Este tipo de mensajes demuestra, en su opinión, que el PP es un partido "en el que se puede confiar porque hay cosas con las que no va a jugar".

   En política antiterrorista, reiteró que el PP no negociará con ETA porque "es malo para España" dar a la organización terrorista "la cancha de la que los tribunales y la ley le han privado". "Nosotros no negociaremos con ETA; aplicaremos la ley y expulsaremos a Batasuna de las instituciones democráticas. Lo llevamos diciendo a lo largo de los años y nos han criticado por ello", aseveró.

   Aprovechó también para criticar que el Gobierno socialista no haya hecho ninguna reforma económica para mantener la herencia que recibió del PP, así como para censurar los elevados gastos en publicidad, algo que calificó de "ciertamente vergonzoso".

Apretón de manos

   Los focos de las cámaras se centraron esta noche en el primer edil madrileño y en el vicepresidente Ignacio González, sentados juntos en esta tradicional cena de navidad, en la que se les vio conversando afablemente tras la polémica abierta esta semana por la elaboración de las candidaturas electorales del PP.

   En la misma mesa, compartiendo mantel, estaban también Aguirre; el consejero Francisco Granados; el presidente de la gestora del PP de Parla, Guillermo Sánchez Berro; el portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero; la alcaldesa de Pinto, Mirian Rabaneda; y la esposa del alcalde de Madrid, Mar Utrera.

   A su llegada a los salones de Parla donde se celebró la cena, Gallardón y González se saludaron con un apretón de manos, a sabiendas de que estaban siendo el centro de atención de las cámaras y flashes.