Como buen país mediterráneo, en Túnez se disfruta de la brisa, del mar, de un clima excelente y de una gastronomía única. El golf, unido siempre a estos estereotipos, se asocia también a la cultura tunecina desde hace algunos años pero ha sido en los últimos diez cuando se han convertido en una apuesta de futuro de cara a un turismo cada vez importante.