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De Cospedal dice que es una broma y Pajín se encrespa

Aguirre, más irónica que nunca, pide un gobierno de concentración nacional

Aguirre, más irónica que nunca, pide un gobierno de concentración nacional

> La presidenta madrileña propuso en la Ejecutiva su burla-burlando de ocupar las carteras  de Economía y Trabajo

lunes 22 de febrero de 2010, 14:32h
¿Verso suelto? Más bien retranca gallega y burla-burlando: la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, han lanzado, con mucha ironía, una propuesta-contestación a Zapatero: '¿Quieren pacto? Pues que nos den Economía y Trabajo'. Lo ha dicho en la reunión del Comité Ejecutivo del PP, en Madrid, con su especial toque irónico, pero lo cierto es que Aguirre, aunque con mucha guasa, es la única dirigente popular que ha respondido con una propuesta concreta al latiguillo socialista de 'que arrimen el hombro'.

Esperanza Aguirre es en sí misma la piel de la polémica y lo ha demostrado una vez más este lunes en la Ejecutiva popular. En realidad, la presidenta madrileña, harta ya de escuchar a Zapatero, De la Vega, Pajín y la plan mayor socialista de que la culpa del paro es del PP y de que, además, los populares son unos 'vagos' que no arriman el hombro, ha lanzado una propuesta a la cabeza de Zapatero: Pacto, sí, pero que dejen los Ministerios de Economía y trabajo a los populares que 'somos los que sabemos cómo trabajar en una crisis'.

Claro, que Aguirre ha confundido, quizá, los términos. Lo que propone Zapatero -en su momento más bajo de ideas, de credibilidad y de valoración general propia y de su Gobierno- es un simple pacto; algo que, a juicio del PP, no significa más que una medida electoralista para hacerse 'una foto' con la que lavar una imagen ya por los suelos. Un pacto y una foto, nada más. Pero Aguirre, con su peculiar estilo y sin encomendarse ni a Rajoy ('Dios') ni a Ruiz-Gallardón ('el diablo') ha sobrepasado la propuesta del presidente y ha hablado de un Gobierno de concentración, algo que no está ni en la mente de ZP ni mucho menos en la de Rajoy.

Lo que Aguirre ha empleado es una fórmula humorística para lanzar la pelota al tejado socialista, y sobre todo para callar a los socialistas madrileños (Maru Menéndez y Tomás Gómez) que han intentado dar la vuelta a la tortilla: la crisis en Madrid no es culpa de Zapatero ni de sus ministros económicos, sino de la presidenta regional. Dicen Maru y Tomás.

En fin, que Aguirre la ha liado y, como era de esperar, trátese de una burla-chanza (como realmente es) o de una propuesta seria, meditada y consensuada (como realmente no es), la número tres del Partido Socialista, Leire Pajín, ha tenido que salir al paso y rechazar la (no)propuesta de Aguirre: los socialistas han sido cogidos en su propia trampa.

A quien no le cabe duda de que Aguirre ha empleado un humor negro es a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien, tras la reunión de la Ejecutiva Nacional, se ha tomado a broma la (no)proposición de la lideresa: llegó a decir que era un comentario en tono de broma sobre la incapacidad del Gobierno socialista para afrontar los retos en materia económica y laboral. De Cospedal sí que conoce bien a Aguirre, de quien es (o era) amiga.

Porque, en concreto, lo que la presidenta madrileña ha dicho es que el acuerdo con el PP tendría que pasar por un giro radical de la política económica del Gobierno, que es lo mismo que viene diciendo Rajoy desde hace un año. Aunque añadiendo su burla-burlando: si eso no lo quieren hacer los socialistas (el pacto real), la única opción que le quedaría a Zapatero sería la de ofrecer al PP un Gobierno de concentración, en el que las carteras económicas y de empleo las tuviera el PP, ya que este partido habría demostrado que fue capaz de sacar a España de una crisis y generar empleo neto.

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