El director del Instituto de Estudios Económicos (IEE),
Juan Iranzo, explica que España se encuentra desde el lunes pasado en un "protectorado económico", tutelada por Estados Unidos y Alemania, porque la situación es "de emergencia", un contexto en el enmarcó los ajustes anunciados por el Gobierno para reducir el déficit.
Elena Salgado, la ministra de Economía, explicó ayer que las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno para reducir el déficit, que incluyen una rebaja del sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones, corregirán a la baja cinco décimas el crecimiento previsto por el Gobierno para el año 2011, que pasará del 1,8% planteado en enero al 1,3%. Salgado aseguró que no se había revisado el resto del cuadro macroeconómico, es decir demanda, inversión o consumo, pero es seguro que internamente el cuadro ha sido revisado en su totalidad para poder rebajar nada menos que medio punto la cifra de crecimiento.
La explicación práctica se traduce en que más de cuatro millones de parados, ocho millones de pensionistas y más de dos millones y medio de funcionarios van a consumir menos,como media de precaución, una medida que ya se notó si recordamos que la tasa de ahorro de las familias ha crecido un 14% en el último año y medio. La caída de salarios en la función pública tiene además muchas posibilidades de trasladarse al sector privado, con el consiguiente impacto en el consumo.
Menor consumo y menor inversión, tanto pública -por el recorte de la inversión en infraestructuras, más de 6.000 millones- como privada, por el efecto precaución que van a mostrar las empresas desconcertadas por la deescordinación y parálisis que demuestran Gobierno y Ejecutivos autonómicos ante la crisis. El cóctel, al que se suma la incertidumbre de la recuperación de las exportaciones españolas, dado el escaso crecimiento previsto para el conjunto de la UE, dan como resultado la revisión a la baja del crecimiento del PIB español. El próximo año, únicamente el turismo puede darnos alguna alegría, pero los recortes de gasto que sobre Francia, Alemania y Reino Unido están aplicando sus Gobiernos, no dan mucho margen para que estos mercados emisores de turistas se animen al gasto en vacaciones.
Iranzo advierte al respecto del poco potencial de crecimiento del país por problemas intrínsecos como el sobreendeudamiento de familias, empresas y sector público, el déficit por cuenta corriente, la falta de competitividad, la crisis del sector público o la "importante" crisis financiera. En este último apartado, insiste en que hay que sanear y vender activos inmobiliarios asumiendo minusvalías del 20% o el 30%.Un consejo que se sigue poco, porque los descuentos ofrecidos para liquidar el stock no pasan del diez por ciento, según las fuentes de mercado, y además el crédito se sigue ofreciendo con cuentagotas.
Productividad
Pankaj Ghemawat, profesor de Estrategia Global en el IESE y en Harvard Business School, apunta a los problemas de España antes de la crisis: "España no ha crecido en productividad desde 2000, lo que ha hecho ha sido crecer mediante la importación de capital y mano de obra baratos, mientras tenía el déficit comercial más grande de la zona euro". Para poner en marcha los motores de la creación de trabajo, lo importante es la reforma laboral, y de los mecanismos para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, en su opinión.
Carmen Reinhart, directora del Centro de Estudios Económicos de la Universidad de Maryland, dice que el Ejecutivo debe mirar a Irlanda y copiar sus dolorosas medidas de austeridad, y subraya que, a diferencia de Grecia, el problema aquí es la deuda privada, no pública. "El sector privado pidió préstamos sin parar durante 2003 y 2007, y este es el problema capital, apunta, porque la deuda privada pasa a ser pública en un contexto de crisis".
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