Los alemanes lo llaman "Fehlleistung", que significa "acto fallido". Los "actos fallidos" son acciones defectuosas debido a la interferencia de algún deseo, conflicto o cadena de pensamientos inconscientes. ¿Ha sufrido el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, un 'acto fallido' durante su intervención en el Congreso de los Diputados sobre el Sahara? En todo caso, buena la ha armado el ministro con su frase "no podemos olvidar que la admisión en territorio forma parte de lo que se llama núcleo duro de la soberanía de un país", la cual consta en el Diario de Sesiones. Su colega de Exteriores, Trinidad Jiménez, ha tenido que salir a enmendarle la plana desde Bolivia, donde se encuentra en visita oficial, para desmentir la 'soberanía' de Marruecos sobre el Sahara.
El lapsus de Jáuregui se produjo en respuesta a la interpelación urgente de la diputada de IU-ICV María Nuria Buenaventura, que acaba de sustituir en el escaño a Joan Herrera. La interpelación versaba sobre el papel que el Gobierno de España está desempeñando respecto a la dramática situación que padece el Sáhara Occidental.
En un momento de su intervención, el ministro cometió el famoso "Fehlleistung" o "acto fallido": "No podemos olvidar que la admisión en territorio forma parte de lo que se llama núcleo duro de la soberanía de un país, y ahí, desgraciadamente, nuestra capacidad de intervención chocó con la negativa del gobierno marroquí para permitir el acceso de más medios".
Ése era el quid de la cuestión: "soberanía de un país"; es decir, el reconocimiento oficial por un ministro del Gobierno de Zapatero de que Marruecos es el 'soberano' del Sahara Occidental.
Trinidad Jiménez desmiente a Jáuregui
La 'noticia' encendió las luces rojas en Moncloa y llegó inmediatamente hasta Bolivia, donde se encontraba Trinidad Jiménez en visita oficial. En realidad, la interpelación urgente en el Congreso iba destinada a Jiménez, que es la titular de Exteriores, pero dado su primer viaje iberoamericano desde que accedió al Ministerio le tocó 'el marrón' planteado por ICV a Ramón Jáuregui, que para eso es ministro de la Presidencia.
Inmediatamente después de su intervención, Jáuregui dejó apresuradamente e hemiciclo para dirigirse a la zona de Gobierno del Congreso de los Diputados. Al parecer, desde allí mantuvo algunas conversaciones telefónicas, entre otras supuestamente con la ministra de Exteriores.
Desde Quito, donde Jiménez estaba haciendo piruetas en la cuerda floja ante los periodistas españoles que le acompañan para no condenar la violencia de Marruecos contra los saharauis, la ministra tuvo que entrar al quite y desmentir a su colega de Presidencia: España, dijo, no reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental, aunque "constata, como el resto de países" que el país alauita sí controla ese territorio.
Haciendo aún más piruetas verbales, Jiménez aseguró a los periodistas: "Jaúregui no ha hecho ningún reconocimiento en relación con el territorio de El Aaiún. De hecho, España no tiene allí un consulado porque, aunque constatamos como el resto de países la situación que se da de control por parte de Marruecos de ese territorio, no reconocemos internacionalmente el que esta situación esté legalmente actualizada".
Más tarde, Jaúregui matizó sus propias palabras y negó que hubiera reconocido la soberanía marroquí el Sahara Occidental cuando habló de por qué Marruecos justificaba su rechazo a la entrada de los periodistas en El Aaiún para informar sobre lo ocurrido en el campamento de protesta saharaui, cuyo desalojo se ha saldado con varios muertos.
Las palabras exactas del ministro, que constan en el acta del Congreso fueron:
"En la primera fase de ese intento el Gobierno español realiza negociaciones con el Gobierno marroquí para facilitar ese acceso, y en la fase de la que he estado hablando hasta ese momento de hecho el Gobierno facilitó la presencia de muchos medios españoles que pudieron transmitirnos las imágenes y la realidad de ese campamento. Es verdad que una vez que se produce la muerte del joven que he citado las autoridades marroquíes restringen el acceso, con uno de esos elementos que pueden someterse a discusión, pero no podemos olvidar que la admisión en territorio forma parte de lo que se llama el núcleo duro de la soberanía de un país, y ahí desgraciadamente nuestra capacidad de intervención chocó con la negativa absoluta del Gobierno marroquí para permitir el acceso de más medios".
El PP exige una rectificación "en toda regla"
La controversia ha llegado hasta el PP, desde el que su coordinador de Relaciones Internacionales, Jorge Moragas, ha dicho que el Gobierno debe rectificar "con toda la regla" y que no se limite a una "matización de pasillo".
"El Partido Popular exige una rectificación en toda la regla, formal, por parte del Gobierno, y no una matización de pasillo", afirmó Moragas, al tiempo que pidió que la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, "baje del altiplano boliviano y aclare públicamente a los ciudadanos españoles y a la comunidad internacional cuál es la posición de España" respecto al contencioso saharaui.
"El Gobierno debe estudiarse los temas" y demostrar "que conoce el acervo diplomático de su país", aseveró. "Legalmente, aunque le parezca mentira al Gobierno, España sigue siendo la potencia administradora del Sáhara Occidental, según la ONU y la legalidad internacional", precisó. Ello implica, advirtió, que cualquier solución al conflicto que apoye España debe basarse en las resoluciones de Naciones Unidas.
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