Los nuevos ajustes, después de las elecciones

La gran preocupación que hay en el Gobierno por la situación económica ha obligado a Zapatero a anular su viaje a Oslo. Un viaje, por cierto, que sólo iba a depararle una inquietante foto con el primer ministro griego Papandreu en plena tormenta sobre el rescate de la EU al país heleno y la crisis del euro. Pero lo cierto es que Bruselas apremia al presidente español a que tome nuevas medidas de ajuste para contener el déficit y que España no sea arrastrada por ese nuevo tsunami, que en estos momentos es lo que más obsesiona a la vicepresidenta segunda, Elena Salgado. Así, al menos, se lo confesó la 'número tres' del Gobierno el martes a un destacado dirigente del PNV, a quien llamó para asegurarse de que su Grupo no iba a votar esa tarde en el pleno del Congreso a favor de que el Gobierno anticipe a Cataluña el Fondo de Competitividad de 2011. El PNV al final se abstuvo, junto con UPN y CC, evitando la derrota al PSOE. Pero habrá nuevos ajustes, vaya si los habrá, pese al desmentido de la propia Salgado, aunque esto no va a ocurrir hasta después de las elecciones autonómicas y municipales. Bastante difícil lo tiene el PSOE como para que días antes de que los españoles acudamos a las urnas, Zapatero anuncie una nueva subida de impuestos o más recortes en infraestructuras, por ejemplo, justo cuando está presumiendo de que “jamás” ha hecho recortes sociales como le acusa el PP. Tampoco habrá acuerdo en la reforma de la negociación colectiva hasta pasado el 22 de marzo. Bien es verdad que las negociaciones entre patronal y sindicatos están atascadas y que Zapatero va a intentar mediar entre ambas partes, pero según fuentes parlamentarias generalmente bien informadas, ese no es el motivo principal de la cancelación del viaje del presidente a Noruega.