Prietas las filas... menos en Valladolid
jueves 09 de abril de 2015, 08:12h
El
mal espectáculo del presidente Rajoy en su prédica militroncha ante la
JDN solo ha tenido un momento de verdadera gracia y salero: cuando de la
Riva declara que ya es "muy mayorcito para ir de palmero a una arenga; a mí
que me manden la doctrina por correo que ya la leeré".
El discurso del Hombre Que Lee El Marca no tuvo nada que ver
con la realidad de España ni con ese engendro en que ha convertido el Partido
Popular para mayor gloria de Albert Rivera. De hecho y con dos bien
puestos dijo, literalmente, "Estoy contento de cómo está funcionando el
partido", lo que demuestra la lejanía del presidente del GoPPierno con la
realidad.
24 horas después del Cónclave de la Más Fea, las voces
reviradas se alzan por toda la península: Feijoo, Monago, Álvarez de
Toledo, Espe... Claro que no todo son discrepancias, ahí están
personalidades tan relevantes y revelantes como Alicia Sánchez Camacho o
Esteban González Pons, la más guapa y el más guapo, apoyando, aplaudiendo,
apuntalando y hasta alabando al HQLEM.
Los PP boys&girls están tan orgullosos de lo suyo que
Cayetana Álvarez de Toledo le escribe a Rajoy vía El Mundo que el problema del
PP no es de marketing o de comunicación, sino de hacer "política low cost",
Espe la ínclita se queda en la política municipal antes que opinar sobre la
perorata de Rajoy y Monago se calza videos raperos sin decir que es del PP.
Los extraños componentes del PP actual no tienen sentido de
la democracia, del fair play o del servicio público. Siguen ahí porque no ha
habido elecciones generales todavía, pero se van a ir a la porra en cuanto las
convoquen. Este puñado de ineptos ha hundido su propio partido, ha borrado la
clase media del país; ha generado una nueva exclusión social llamada
Precariado; ha permitido la muerte de 10 españoles cada día (y hasta que en
Abril la patente vencida no genere la distribución de fármacos parecidos y más
baratos, los enfermos de hepatitis C no tendrán esperanza); y además se ha
cargado la siempre débil y exigua libertad de prensa mediante expedientes tan
burdos como exigir el despido de periodistas o negar el pan, la sal y la
publicidad institucional a los medios no afectos.
Estos individuos que ahora claman como propio el que varios
indicadores macro vayan bien, como si la bajada del coste del crudo fuera una
decisión de gabinete pero el incremento de la deuda pública en casi 30 puntos
no, no aceptan ni uno solo de sus errores -entre ellos su mera existencia, no
como partido sino como clase de mangantes White Collar agazapados tras las
siglas de un partido en el que mucha gente ha confiado- salvo, claro, haber
aceptado Pablo Ruz como juez de compañía.
En frente las cosas no van mejor: Emiliano García
Page elige para su cartel electoral un fondo entre morado Podemos y
magenta UPyD mezclado a partes iguales y escondiendo el nombre PSOE. A Rosa
Díez, que tampoco ve la realidad ni aunque le estalle en las manos o se
cambie las gafas, le crecen los enanos -C's- , se le van del partido -Toni
Cantó- o le montan una candidatura paralela -Irene Lozano. Pues
con su pan se lo coma, la verdad.
Para acabar de mostrar los malos mimbres de nuestra
Españistán del alma, en Telecinco toman la decisión de despedir a Jesús
Cintora del programa Mañanas 4 básicamente porque desde el gobierno
exigen su cabeza, como ya hicieran con la de Pedro J. Ramírez, que
también cayó, y las de Wyoming y Antonio Farreras que,
afortunadamente, han sido protegidos por su empresa. Con un Cuarto Poder tan
raquítico es difícil esperar un Ejecutivo con sensatez y cerebro.
Cualquier país civilizado necesita partidos que representen
en el arco parlamentario las distintas sensibilidades sociales. Aquí hemos de
conformarnos con los caciques del PP en turno con los caciques del PSOE. Hasta
ahora por lo menos. Ellos cortan y reparten el bacalao que nunca pescan; eso lo
hacemos los demás, los paganinis, los contribuyentes, los tontolabas.
¿Será esa notoria vergüenza de los candidatos escondiendo su
filiación PP o PSOE un síntoma más de la moribundez del bipartidismo? Ojalá.
@manuelpascua