Hay partido

Los primeros congresos socialistas se reunieron para establecer los principios sobre los que asentar la construcción del movimiento obrero. Idealizaron una sociedad futura sobre la base de una comunidad de hombres y de mujeres iguales, libres, cultos e inteligentes. Después, vinieron años de lucha y heroicidades, de persecución y dramatismo; muchos de ellos, en la clandestinidad o privados de libertad. Aquellos hombres que se reunieron junto a Pablo Iglesias abrieron las puertas al siglo veinte mucho antes de que éste se alumbrara. Sabían lo que querían y cómo conseguirlo: crearon el PSOE a finales del siglo XIX. Asumieron, en momentos de crispación revolucionaria, la libertad y la democracia como valores esenciales de su existencia y se negaron a truncar aquel sueño libertario primigenio por una sociedad que sustituyera una esclavitud por otra.

    De su esfuerzo hemos obtenido las grandes conquistas sociales del siglo pasado. Los derechos de los trabajadores y las libertades públicas estaban ya en aquel programa original. La sociedad, en constante cambio y conflicto, abre nuevas puertas a continuos, necesarios e importantes cambios. La historia es algo vivo, y su motor son los pueblos que asumen su responsabilidad en ella.

    Conviene que no olvidemos cuando nos sentamos a debatir sobre trabajo y programas, - tal y como haremos en este Congreso Regional – los grandes principios sobre los que se asienta nuestra ideología. Porque, a diferencia del “falso debate ideológico” que dice haber tenido el PP y los principios esenciales que dice proclamar, nosotros somos depositarios de una tradición histórica que nos obliga a rejuvenecer, actualizar y modernizar no sólo los fines que perseguimos, sino también la forma en la que lo hacemos.

    Madrid necesita un partido socialista fuerte. Lo necesitan aquellos que creen en él y aquellos que sin él pierden la voz y quedan abandonados a su suerte. Esto es lo que pasa cuando gobierna la derecha: unos disfrutan del sueño del futuro y otros se resignan a ver el futuro como una pesadilla. Hasta el extremo de convertir sus desagradables problemas personales y partidistas en un drama colectivo que a nadie más le resultaba interesante.

    Y Madrid tiene que saber que hay partido. En todos los sentidos. Hay partido para gobernar y hay partido que jugar de cara a las próximas elecciones de 2011 en las que podemos culminar con una amplia mayoría de progreso el proyecto social que la izquierda debe construir junto a los madrileños. Eso es lo que queremos transmitir: hay herramienta y hay oportunidad. Hay esperanza y debe haber optimismo.

    Madrid necesita un partido de gobierno. Un partido cuya altura de miras contemple la solución de los problemas desde una perspectiva responsable y no sólo atendiendo al oportunismo de la dialéctica de conflicto entre partidos, entre oposición y gobierno: pero entre oposición madrileña y gobierno de España, como hace la señora Aguirre. Eso es lo que pasa cuando no se accede al gobierno con la mente puesta en las realidades que abordar, sino cuando se ocupa el poder para satisfacer compromisos contraídos con aquellos que sólo entienden la política como un instrumento al servicio de su beneficio.

    Y Madrid tendrá un partido de gobierno porque los socialistas trabajaremos con los madrileños para lograr una mayoría suficiente que sirva para gobernar nuestras instituciones

    Tomás Gómez liderará una ejecutiva para el cambio. Para frenar el desmantelamiento de los servicios públicos tantas veces denunciado por los trabajadores, los usuarios y los datos oficiales. La próxima ejecutiva del PSM será la primera en ponerse al servicio del gobierno de España para combatir los efectos de la situación económica, dando seguridad a los más débiles, poniendo la atención en quienes confían en la política para resolver los problemas de todos y más aún de quienes más ayuda precisan.

    Madrid necesita una profunda transformación positiva en educación, sanidad y otros servicios esenciales que el gobierno regional privatiza negando a los madrileños y a las madrileñas la seguridad y la confianza que merecen en el futuro.

    Los socialistas madrileños junto con los apoyos sociales que constituyen la fuerza social de la izquierda unidos en torno a un partido socialista de Madrid renovado y fuerte lucharan para que Madrid sea una Comunidad en la que se racionalice el problema de la vivienda, haciendo propuestas y movilizando a la izquierda municipal para atender el fenómeno de los precios desorbitados, la crisis y el retraso insoportable de la emancipación familiar.

El PSM defenderá políticas que no penalicen a la mujer como parte más débil del aparato productivo. Que corrijan solidariamente la oportunidad que representa la inmigración y que den solución a la incertidumbre que se encierra tras las cifras internacionales de la economía, con respuestas para sindicatos y empresarios. Madrid debe ser una gran región económica en la Europa del siglo XXI, que reciba las inversiones necesarias para políticas adecuadas a las demandas de nuestra sociedad y de nuestro futuro. El PSM luchará con fuerza por establecer unos niveles de calidad de vida y medioambiental que corrijan la desastrosa deriva, en todos los ordenes, que vive nuestro medio ambiente. Sufrimos y padecemos los madrileños el peor estado de cosas en ruido, contaminación y toxicidad de una ciudad, la capital de nuestra Comunidad, de la relevancia que debe tener en España

    El conflicto provocado para hacerse notar que hace la presidenta debe acabar, y debe acabar, por responsabilidad, cuanto antes. Si no, acabará en las urnas.

    Lo hará. Lo hará, primero el Congreso del PSM, en sus debates y con sus propuestas. Y Tomás Gómez responderá, después, a un PP que se descompone en su propia desorientación interna, que se ahoga en la imprecisión para hacer propuestas. Y lo que es peor, que abandonan a Madrid a su suerte mientras ellos se desgañitan en enseñarnos hasta la obscenidad lo malos que son: primero lo hacen los de la Comunidad sobre los del ayuntamiento y, luego, los del alcalde sobre la Comunidad. Y todos, mientras tanto, esperando a que el cartel de “cerrado para los madrileños” se retire, de una vez por todas, de las administraciones públicas de nuestra Comunidad.

    En resumen, en el  2011  hay partido y ese partido podemos y debemos ganarlo.