www.diariocritico.com

Intervención de Zapatero en el acto de presentación de las candidaturas

  • Discurso del líder socialista tras la ratificación de las listas para los comicios de marzo

sábado 12 de enero de 2008, 17:16h

"Compañeras y compañeros,

Amigas y amigos,

Hoy el Comité Federal ha aprobado las listas a las Cortes Generales y al Parlamento de Andalucía. Quiero felicitar a toda la organización por la limpieza democrática del proceso, por la generosidad de las compañeras y de los compañeros que han aceptado ir, y también muy especialmente a quienes deseándolo y mereciéndolo, no han podido ir en las listas.

Es verdad que no cabe otra cosa que yo diga que presentamos unas listas magníficas. Y por obligado y esperado, parece que es superfluo. Pero en el tiempo que vivimos, hemos aprendido que por obvia y esperada, la verdad debe ser dicha una y otra vez. Por eso quiero decir que me siento orgulloso de acudir a las instituciones democráticas acompañado de tan valiosos compañeros y compañeras.

Amigas y amigos,

Nuestra democracia es una democracia representativa que se basa en el principio de que todos pueden elegir y todos pueden ser elegidos.

Y en los treinta años de nuestra democracia, el PSOE ha cumplido un papel importante para que las instituciones fueran verdaderamente representativas de la sociedad española, para que de verdad se cumpla el principio de que todos puedan ser elegidos.

En la vida de nuestra democracia el PSOE ha sido, y sigue siendo, el medio por el que pueden ser elegidos aquellos ciudadanos y aquellas ciudadanas cuyo mayor patrimonio es su honestidad, su inteligencia y su espíritu de servicio público; aquellos hombres y mujeres cuyo único poder es la confianza que depositan en ellos sus compañeros en la organización, y los ciudadanos en las instituciones.

A lo largo de toda mi vida política, nunca he tenido otro patrimonio que mi esfuerzo y otro poder que el que me han dado personas como nosotros. Mis avalistas han sido siempre trabajadores, amas de casa, profesores, personas corrientes, personas como nosotros. A algunos les parece poco aval, pero os aseguro que nunca encontraréis uno mejor.

Y si en las instituciones hay personas de toda clase y condición, con títulos académicos y sin títulos académicos; si hay trabajadores manuales y trabajadores de oficina; si en las instituciones hay hombres y mujeres en paridad; si hay jóvenes y mayores, si hay gente de pueblo y gente de ciudad es en buena medida gracias al Partido Socialista.

Y si hay un partido en el que los españoles de todos los territorios se unan para defender el mismo proyecto político, un partido en el que estén los del norte y del sur, los españoles de todos los puntos cardinales de nuestra geografía, ese es el Partido Socialista Obrero Español.

Es verdad que también hay ciudadanos comunes en otros partidos, por supuesto. Pero lo que mejor nos define a nosotros, es que si estamos en las listas es exclusivamente porque nos han propuesto personas como nosotros, y si llegamos a las instituciones, es exclusivamente porque nos han votado personas iguales que nosotros.

Es por todo eso por lo que somos el partido que más se parece a España, porque somos como la mayoría, pero también porque somos para la mayoría. Porque, desde la conciencia de nuestras diferencias, trabajamos para el interés general. Porque desde la defensa de lo que cada uno representamos, nos ocupamos de lo común. Y lo común en las próximas elecciones generales del 9 de marzo es España, el porvenir de España

Y nadie puede defender mejor a España, que quien la representa mejor.

Del mismo modo que no hay nadie mejor que los ciudadanos y ciudadanas para ocuparse de los intereses comunes. Por eso la democracia nos ha traído más prosperidad, más libertad y más felicidad. Porque nadie, por rico, poderoso, culto y bienintencionado, nos gobierna mejor que nosotros mismos.

Por eso no entregamos nuestros asuntos públicos a los científicos, ni a los funcionarios, ni a los empresarios, sino a nuestros representantes, a quienes mejor nos representan. Por eso no debéis olvidar que la gente, cuando va a votar, sobre todo, se vota a sí misma.

Cuando va a votar, elige a aquellos que mejor la representan, no sólo en su condición, sino sobre todo en su intención y en sus valores. No sólo en lo que son, sino en lo que harían en circunstancias que nunca se pueden prever del todo.

Y creo que hay dos valores de la sociedad española, dos valores esenciales para lo que ha sido el desarrollo de nuestra democracia, que los socialistas aportamos a la política española. El valor de la confianza y el valor de la convivencia. Confianza frente al miedo, convivencia frente a la crispación. Es verdad que confianza y convivencia no son un programa electoral, son más que un programa electoral, son lo que inspira todo un proyecto político para un país.

Los problemas se abordan desde la confianza o desde el miedo. Los problemas son imprevisibles en muchos casos, pero la forma de reaccionar de una persona, o de un gobierno son previsibles.

La confianza y el miedo no son sólo rasgos de carácter, sino también instrumentos políticos. Cuando un partido o un gobierno alimentan el miedo en los ciudadanos, alimentan la debilidad de los ciudadanos. Y cuando alguien alimenta nuestra debilidad, no es para protegernos, sino para que le entreguemos el poder, el control de las cosas de todos.

Lo hemos visto en muchos casos, por ejemplo en la reacción frente al terrorismo internacional. Aquellos que han alentado el miedo no han protegido más a sus sociedades, sino que han restringido sus libertades.

El PP es el partido del miedo en nuestro país. Es casi una constante histórica de la derecha. En la Transición, miedo a la libertad. Otra derecha vino después, con miedo al divorcio, con el miedo a la emancipación de las mujeres, con el miedo a la diversidad en nuestro país, al Estado Autonómico, luego vinieron con el miedo a las armas de destrucción masiva que no existían, y también a las personas de otro color, a la educación, a la ciudadanía, a la educación para la ciudadanía, con el miedo a que España se rompe, o al fin de la familia. Miedo y más miedo es lo que siempre hace la derecha del Partido Popular en este país.

El miedo ha sido siempre el instrumento para intentar la dominación política favorito de la derecha más conservadora, más integrista. Pero ahora lo usan más que nunca, porque no tienen ideas, y no tienen valor para atreverse a decir lo que quieren hacer con muchas de las libertades que hemos ampliado, con los nuevos derechos conquistados, con las políticas sociales, con la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, con el autogobierno de las CCAA, con la confesionalidad del Estado o con las guerras preventivas, y ahora también miedo con la economía.

Si la gente tiene miedo al futuro económico es evidente que será más fácil justificar por qué no se sube el Salario Mínimo Interprofesional, o por qué no se pueden aumentar las pensiones, o por qué habrá que hacer recortes sociales. Ese el objetivo del miedo al futuro económico de nuestro país.

Es a eso a lo que se refiere Arias Cañete, el portavoz económico del PP, cuando dice que van a hacer un decreto económico brutal. Y para imponerlo, como siempre, su arma es el miedo. Miedo al futuro, desconfianza en nuestra economía.

Pero esto resulta imposible de creer, porque si cuando la economía, según ellos, los años finales de los noventa, principio de los dos mil, iba bien, si en esa época que iba bien congelaron el salario mínimo, las pensiones mínimas, los sueldos de los funcionarios, redujeron el número de viviendas protegidas, y las becas, la pregunta es ¿Qué harán ahora si fuera cierto como ellos dicen que estamos cerca de una recesión? Pues más recortes sociales, menos prestaciones sociales y menos capacidad de cohesión y de bienestar.

Pero en esto tampoco van a acertar. El futuro no pasa ni por la recesión ni por los recortes, el futuro de España pasa por el crecimiento económico, el crecimiento del empleo y la ampliación de las políticas sociales, ese es nuestro compromiso con los españoles.

Sí, confianza. Confianza, buena gestión y fortaleza económica.

Os voy a dar un dato, una noticia, una buena noticia. Porque la economía funciona, y hemos gestionado muy bien las cuentas públicas, vamos a cerrar 2007 con un superávit superior al 2% del PIB, eso con los datos que tenemos del Estado y de la Seguridad Social. Y eso representa confianza y futuro. Gracias a esa gestión económica, gracias a tener unas cuentas públicas envidiables, vamos a poder seguir invirtiendo en educación, en investigación y aumentando las políticas sociales, empezando por el Salario Mínimo, por las pensiones, y por las becas para dar aún más cohesión y bienestar social a este país. Ese es el resultado de una gestión económica y el futuro que adelantamos y comprometemos a los ciudadanos.

Ellos llegaron casi al éxtasis cuando la economía crecía en torno al 3% y el déficit público era del 0,3 o del 0,5. Ahora estamos con un superávit por encima del 2% del PIB; en una economía que crece al 3,8%, que va a ser el dato de 2007; con tres millones de empleos creados; con una inversión en investigación, en desarrollo, en infraestructuras como no se ha conocido en ninguna otra legislatura; y con una preocupación por aquellas rentas mas bajas, por aquellas personas que tienen los ingresos mas bajos, y que pueden tener más dificultades cuando hay una elevación de los precios en la economía. Porque nosotros sí hemos hecho que los trabajadores que cobran el SMI ganen en poder adquisitivo; que las pensiones mínimas ganen poder adquisitivo; que los empleados públicos recuperen poder adquisitivo; que se aumenten las becas; y que por tanto, nos hayamos preocupado esencialmente de aquellos que más dificultades tienen. Así ha sido y así será en el futuro porque para eso hemos gestionado bien la economía, y tenemos las cuentas públicas que tenemos.

Y resulta divertido, por utilizar un término amable, que aquellos como el señor Rajoy, como aquellos que estuvieron en los gobiernos del PP, donde estaba en todos el señor Rajoy, que congelaron el SMI, el sueldo de los empleados públicos, que no hicieron ningún esfuerzo con las pensiones mínimas, que recortaron las becas, ahora hablen de la preocupación de las familias. No les preocupó nunca las familias y ahora menos las que menos renta tenían en este país. Ahora no tienen ninguna credibilidad. A este Gobierno sí le ha preocupado.

Rajoy se ha mostrado en contra de la subida del SMI para llegar en la legislatura que viene a los 800 euros. Se ha mostrado en contra de que suba el SMI. A ver si se muestra también en contra, porque parece que se muestra a favor, de que haya cada vez más salarios máximos. Y si quiere tener alguna credibilidad en política económica, y en preocupación por el destino de las familias, que salga y diga que apoya una subida del SMI, que son los ciudadanos que mas dificultades tienen, y aquellos trabajadores que en efecto necesitan voluntad y compromiso político como ha tenido este Gobierno para hacer esa subida, y como haremos cumpliendo con los 800 euros mensuales para los trabajadores con SMI en este país.

Por tanto, no están extendiendo el alarmismo para ayudar al país, no es ayudar lo que se proponen. Cualquier ciudadano sabe que la desconfianza no alienta las inversiones, que el pesimismo no crea empleo, que el miedo no es la base de la prosperidad. El pesimismo y el miedo hacen que las personas y los países yerren en sus objetivos, los hacen ir al sitio equivocado por el peor camino.

La valentía es un valor esencial para la vida, y por eso es un valor imprescindible para la política. Valentía para atreverse a pensar con criterio propio, para no dejarse arrastrar por los prejuicios y algunas convenciones, y tratar con decencia a quien ha sido injustamente excluido. Para reconocer la realidad de una España rica en su diversidad y fuerte en su unidad. Valentía para intentarlo cuando te lo exige tu conciencia, y valentía para reconocer el error o el fracaso. Valentía para decir lo que se piensa, y valentía para no mentir.

Valentía para saber contenerse, cuando a veces el cuerpo, y quienes te rodean te piden lo contrario. Y valentía para actuar, cuando sabes que es la prudencia la que te aconseja contención, y no el miedo o el interés. Valentía para saber gobernar sin el aplauso de los poderosos.

Compañeros, hemos demostrado valentía para sacar a nuestro país de una guerra ilegal, y eso es una garantía de que mientras yo sea presidente del Gobierno de España nuestro país nunca se verá envuelto en una operación similar. Pero os aseguro que en la próxima legislatura llegaremos al 0,7 del PIB para ayuda al desarrollo, para contribuir a erradicar esa verdadera arma de destrucción masiva que es el hambre, la miseria y la desesperanza.

Por eso la valentía, la confianza en nosotros mismos, es un valor de nuestro proyecto. Desde el primer día construimos nuestro proyecto sobre la base de la confianza en nuestro país, en España, y en nuestro partido. Cuando en el 2000 asumí la responsabilidad de dirigir el Partido Socialista y en el 2004 asumí la responsabilidad de dirigir el gobierno de España lo hice porque confiaba en lo que somos y en lo que representamos para este país.

Podemos decir con legítimo orgullo, porque lo hemos acreditado con nuestros actos, que somos el proyecto para una España en la que haya una igualdad plena de las mujeres, desde la igualdad en el trabajo y en el poder, hasta la más esencial igualdad, la igualdad radical en el respeto a su integridad física y a su vida. Somos el proyecto de una España moderna, en la que nada impida que la investigación biomédica sea una esperanza para quienes padecen enfermedades. Una España en la que el límite para la educación de nuestros jóvenes sea su talento y no su dinero. Una España con leyes que respondan a la sensibilidad y al sentido común que demuestran cada día los españoles, leyes que no obliguen a vivir juntos a los que ya no se aman, ni separados a los que se aman. Somos el proyecto de una España activa en el mundo. Una España que se reconoce a sí misma en la defensa de los derechos humanos y de la libertad, y se honra en la solidaridad con los países más pobres, en lugar de en la promoción y participación en guerras ilegales.

Compañeras y compañeros,

Estamos centrados, estamos en el mismo sitio, centrados. Porque somos lo que siempre hemos sido: de izquierdas. Somos de izquierdas y gobernamos para todos.

Y si el PSOE ha sido todo esto para España, es por lo que España ha significado para el PSOE. Es porque los socialistas siempre hemos confiado en nuestro país, y porque sabemos de lo que somos capaces sus mujeres y sus hombres cuando somos libres, por lo que nos hemos atrevido a invertir en educación, por lo que hemos hecho infraestructuras en lugares históricamente olvidados; es porque confiábamos en nuestra sociedad por lo que hemos ampliado libertades y extendido derechos, y todo eso nos ha hecho un país mejor.

Y, en España, es difícil encontrar un mejor ejemplo de lo fecunda que es la confianza democrática entre los ciudadanos y el Partido Socialista que Andalucía. La Andalucía preterida, desheredada durante siglos, es hoy una sociedad pujante y moderna. Un ejemplo de las mejores cualidades de la España actual, en investigación, en infraestructuras, en una poderosa red de solidaridad social. Por eso  estoy seguro de que los ciudadanos y ciudadanas de Andalucía volverán a renovar la confianza en Manolo Chaves, como una inversión segura en el progreso de su tierra.

La confianza es esencial para la convivencia. Y también los socialistas podemos sentirnos orgullosos de ser la mejor garantía de convivencia, que es el objetivo más noble, más importante, que siempre hemos tenido los socialistas, y que hoy es para nosotros el compromiso más intenso como servidores públicos, como servidores de los ciudadanos, que podemos asumir. Y la convivencia exige la disposición al acuerdo y al pacto. Algo que tenemos bien acreditado. Porque somos la fuerza política que ha estado en todos, absolutamente en todos los consensos y los acuerdos  que ha habido en nuestro país desde la transición democrática para el desarrollo, la modernización del Estado y el avance del estado de las Autonomías.

Ahora, los dirigentes de la derecha hablan de consenso. Os quiero decir una cosa: en los próximos días vamos a oír muchas propuestas poco creíbles y poco fundamentadas saliendo de la boca de los líderes de la derecha, pero de entre todas ellas, entre todas las propuestas y promesas que vamos a oír, que ya estamos oyendo, de entre todas ellas la menos creíble, la más impúdica, la más desvergonzada -a tenor de su trayectoria en esta Legislatura, y en buena parte de la anterior- es precisamente la de reestablecer los consensos.

Pues bien, mientras en la boca de los líderes del PP, después de la legislatura que han hecho en la oposición, que sólo ha sido obstrucción y crispación, el consenso es una propuesta inverosímil, para nosotros es sencillamente nuestra seña de identidad, como tenemos acreditado en la hoja de servicios con la democracia, nuestra forma de practicar y concebir la  actividad política. Cuando estamos en el gobierno y cuando hemos estado en la oposición. Frente a propuesta inverosímil, de la derecha, seña de identidad, forma de ser, en nosotros. Digámoslo alto, porque es la verdad de hoy y la de ayer.

España, les pese a algunos de la derecha, sólo puede gobernarse con talante. La convivencia sólo se puede gobernar bien con talante.

La España actual, rica, compleja, plural y diversa, sólo puede gobernarse con talante, es decir, a partir de unos determinados principios y valores que se defienden con firmeza, pero siempre dialogando con los demás y aplicándolos con respeto.

Nuestro Gobierno ha practicado el consenso, y mucho, con todos los que han mostrado una mínima disposición a hacerlo.

Lo hemos practicado en el ámbito parlamentario fraguando mayorías diversas para impulsar la acción legislativa de reformas y cambios.

Lo hemos practicado en el ámbito del diálogo social, alcanzando más de 20 acuerdos entre Gobierno, sindicatos y representantes de los empresarios, para mejorar la calidad de empleo, para garantizar la paz social. De tal forma que si ésta podría llamarse la legislatura del empleo, por los tres millones de nuevos puestos de trabajo, no es menos cierto que también merecería llamarse la legislatura de la paz social. En pocas ocasiones, en ninguna ocasión como en esta legislatura, ha habido tan pocas huelgas en el ámbito laboral, y por tanto, tanta paz social.

Hemos practicado el consenso en el ámbito del diálogo institucional, en el que se ha recuperado, y se ha intensificado también como nunca, la interlocución bilateral y multilateral entre administraciones, reduciéndose muy significativamente la conflictividad jurisdiccional.

Y también con ocasión de la gestación de proyectos de ley, no hemos dejado de escuchar y de hablar con las organizaciones sociales implicadas.

Así lo hemos hecho en todos los ámbitos. Ésta es nuestra forma de entender la política. Ésta es nuestra forma de gobernar España. Ésta es nuestra forma de asegurar la convivencia. Con talante, con respeto y con diálogo.

Los socialistas somos, a la vez, la garantía del equilibrio y del progreso de España; de la integración y del avance de nuestro país.

Somos la garantía del equilibrio social de España. Los socialistas promovemos el crecimiento económico con un buen gobierno, con una gestión eficaz, para darle un sentido, una finalidad social, de solidaridad, de equidad, de justicia. Crecemos, ahorramos y repartimos. De ahí, todas las medidas para atender a los ciudadanos más necesitados: la subida del salario mínimo, las pensiones mínimas, el incremento de las becas, la ley de la Autonomía Personal para atender a los discapacitados, los nuevos derechos de los autónomos, o los nuevos derechos de la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres.

Somos la garantía del equilibrio social entre mujeres y hombres, y por ello estamos absolutamente determinados a eliminar todas las barreras aún subsistentes que limitan las posibilidades de desarrollo personal de las mujeres en nuestra sociedad.

Somos la garantía del equilibrio entre generaciones, por eso nuestra política social se ha dirigido a todas ellas, por primera vez de un modo tan extenso. Hemos pensado en las necesidades de los jóvenes, en medidas para promover su emancipación; hemos creado muchos puestos de trabajo para jóvenes, hemos avanzado hacia una mayor estabilidad; hemos subido el salario mínimo interprofesional en la cuantía que conocéis, hemos aprobado medidas para fomentar la natalidad y para conciliar la vida laboral y profesional; hemos disminuido por debajo de la media europea ya, el desempleo entre parados de larga duración que afecta a personas maduras; hemos subido las pensiones más bajas en torno al 30% en esta legislatura, que es la mayor subida de las pensiones mínimas de cualquier legislatura de la democracia, además de aprobar la Ley de la Autonomía Personal frente a la dependencia.

Somos la garantía del equilibrio social, de equilibrio entre hombres y mujeres, garantía de equilibrio entre generaciones y garantía del equilibrio territorial de España. Hemos impulsado el autogobierno de las Comunidades que han reformado sus Estatutos de acuerdo con la Constitución para asegurar un doble efecto beneficioso de nuestro Estado de las autonomías: que todas nuestras Comunidades crezcan, que todas sigan creciendo, con respeto a sus competencias y a su singularidad, y que al mismo tiempo se reduzca la distancia entre ellas.

El Estado de la autonomías ha sido una fórmula de éxito para España, pero sólo funciona bien si se practica, y mucho, el diálogo institucional, bilateral y multilateral, entre administraciones. Nosotros lo hacemos, lo impulsamos, y lo actualizamos. Por eso, en estos cuatro años hemos revitalizado las Conferencias Sectoriales; por eso hemos creado la Conferencia de Presidentes y celebrado tres de ellas; por eso, el Presidente del Gobierno se ha reunido y dialogado, también en esta Legislatura más que en ninguna otra, con los Presidentes de todas las Comunidades Autónomas y de todos los colores políticos, por sentido del deber y de la responsabilidad institucional. Afortunadamente se acabaron los tiempos en este país en que el Presidente de una Comunidad Autónoma entraba en la Moncloa en función de su color político; ahora todos los presidentes de CCAA han entrado en La Moncloa por respeto a los ciudadanos a los que representa cada uno de ellos.

Somos la garantía de la convivencia entre los nacionales y los extranjeros que vienen regularmente a nuestro país a vivir y a convivir con nosotros, con derechos y con deberes. Por eso, destinamos fondos para hacer posible su integración sin que se vean mermadas las prestaciones sociales de las que disfrutan todos los españoles.

Y esa misma política de equilibrio, de integración, de respeto, de convivencia, la trasladamos a nuestra acción exterior donde estamos haciendo compatible una política de buenas relaciones con los países fuertes con una intensificación, desconocida hasta ahora y fiel a los compromisos asumidos, de la cooperación y del apoyo a los países pobres y en vías de desarrollo, una política en favor de la paz y de la reducción de los conflictos, que es, además, la que más conviene a los intereses de España y la que desean los españoles.

Compañeras y compañeros,

Con los valores de confianza y convivencia hemos desarrollado nuestro proyecto, lo hemos hecho con los apoyos que los ciudadanos nos dieron, con una mayoría ajustada hemos sido capaces de llegar a acuerdos para sacar adelante un buen programa de progreso social, un programa de ampliación de derechos y libertades del que podemos sentirnos orgullosos y un importante esfuerzo de inversión en infraestructuras y en investigación que capitalizan nuestro país. Y ahora vamos a pedir a los españoles una mayoría más amplia para gobernar.

Hemos acreditado muy buenas y diversas razones para justificar esta petición. Y, fijaros, cada una de ellas es tan importante, para el presente y para el futuro de la sociedad española, para nuestra prosperidad y decencia como país, que podrían ser, por sí solas, justificar esa petición a los ciudadanos de una renovación, ampliada, de la confianza que nos otorgaron en marzo de 2004.

Podemos pedir, y lo vamos a hacer, una mayoría más amplia para alcanzar en la próxima Legislatura el objetivo del pleno empleo, al que podemos aspirar precisamente por haber contribuido a crear 3 millones de puestos de trabajo en estos cuatro años.

Podemos pedir, y lo vamos a hacer, una mayoría más amplia para desarrollar y aplicar en toda su extensión la Ley para la Igualdad efectiva entre mujeres y hombres, porque hemos impulsado la aprobación de este instrumento jurídico para dar en España el salto definitivo, para conquistar esa igualdad efectiva, que es justa con las mujeres, y que es beneficiosa para todos.

Podemos pedir, y lo vamos a hacer, una mayoría más amplia para garantizar el despliegue de la Ley de Dependencia, en el tiempo previsto y con todas las prestaciones en ella contempladas, para que este nuevo pilar del Estado del Bienestar que hemos levantado en esta Legislatura se quede anclado, para siempre, en nuestro sistema de protección social.

Podemos pedir, y lo vamos a hacer, una mayoría más amplia para proseguir con el esfuerzo en educación y en investigación, desarrollo e innovación, que hemos hecho en esta Legislatura. Porque estamos convencidos de que de ello depende ampliar las posibilidades de realización y libertad de las personas, y nuestro futuro como país fuerte y competitivo. Por ello vamos a llevar adelante un pacto por la ciencia, para situar a España entre los diez países mejores del mundo también en investigación, desarrollo e innovación.

Podemos pedir, y lo vamos a hacer, una mayoría más amplia para combatir las consecuencias, indiscutibles, del cambio climático, preservando nuestro medio ambiente y nuestro estilo de vida, y convirtiendo esta lucha en una oportunidad para el liderazgo de nuestra empresas y, en definitiva, de nuestro país, ante este nuevo desafío de escala planetaria.

Con cada una de estas razones, y con todas ellas, vamos a pedir una mayoría más amplia a los ciudadanos en las próximas semanas. Por lo que hemos hecho y por lo que vamos a hacer.

Pero la razón más importante, más si cabe que todas las anteriores, la razón más y más importante para pedir y merecer la confianza de nuestros conciudadanos es que el gobierno del Partido Socialista es el que mejor puede garantizar y reforzar la convivencia en la España actual.

Así que, compañeros, podemos también, y sobre todo, pedir a los españoles una mayoría más amplia para garantizar el equilibrio y el progreso de España, el respeto, la tolerancia y el diálogo; en definitiva, la mejor convivencia.

Una mayoría más amplia para la convivencia, y para derrotar a la crispación, pues ésta sólo se acabará si el nueve de marzo las elecciones las pierden los crispadores, y, además, las pierden con claridad.

Amigas y amigos,

Tenemos mucho trabajo por delante, estos dos meses y los próximos cuatro años. Tenemos ante nosotros una campaña electoral intensa, y a los socialistas se nos deberá reconocer por nuestras ideas y nuestras propuestas, pero también, muy especialmente, por el respeto a nuestros adversarios.

Ha llegado el momento de contagiarnos todos de un optimismo productivo, ahora tenemos que culminar la elaboración del programa, para imaginar con los pies en la tierra una España ejemplar, una España sobresaliente.

Si es posible en estas fechas, en vez de la gripe, contagiémonos de esperanza, de esperanza entendida como la firme convicción de que los cambios para la  modernización que hemos puesto en marcha en estos cuatro años, van a continuar.

Porque lo que va a continuar es el cambio. Nuestro proyecto es una alianza con las reformas, con el cambio; con el no conformarnos, con el afán de alcanzar cotas más altas de justicia, de solidaridad, de igualdad.

En esa alianza por el cambio vamos a convocar a todos aquellos que desean tanto el éxito colectivo como el propio. A todos los que no se sienten ajenos a la injusticia y a la desigualdad en el mundo. A los que confían en el poder de la palabra. Vamos a implicar a todos los que no miran a nadie por encima del hombro, pero sobre todo no dejan que nadie los mire por encima del hombro. A todos los que no están dispuestos a que en nuestro país se discrimine a nadie por el color de su piel o por su origen. A todos los que saben que nunca seremos todos, si no están todas. En nuestra alianza por el cambio vamos a convocar a todos los que saben que el pasado fue peor, y que lo mejor está por venir. Y, sobre todo, a los que están decididos a que el porvenir sea mejor.

A todos ellos les decimos que ha llegado el momento de ponernos de pie, de tomar la palabra, de hablar alto y claro. De pedir explicaciones y denunciar las mentiras. De afear a la derecha las conductas que han tenido, conductas que han puesto le esperanza de su éxito en el fracaso de todos. Ha llegado la hora de poner las cosas en su sitio.

Os aseguro que el 9 de marzo nuestro sitio será el de la mayoría de los españoles. Españoles libres, valientes, firmes en nuestras convicciones, justos y orgullosos de lo que somos, de lo que hemos hecho y de lo que podemos conseguir. Una mayoría para encauzar un siglo XXI en el que España sólo sea diferente, por ser mejor, por tener leyes más avanzadas, y la solidaridad más amplia.

Vamos a defender para nuestro país un derecho que siempre le negaron, y que ahora, cuando empezamos a disfrutarlo se nos hace irrenunciable: el derecho de España a tener éxito.

Por eso os digo, aceptad todos los debates, decid que sí a todas las entrevistas, cuanto más salgamos, más oportunidades de que los ciudadanos nos vean y nos escuchen, y, cuanto más nos vean, más apoyos tendremos.

Sabemos, está aquí, quién encabeza cada lista, y sé cómo os sentís, porque yo me siento cabeza de todas las listas. Pero también sé que esta tarea no es sólo vuestra o mía, sino que es una tarea de todos, igual de nuestra que del ciudadano que en el último minuto acuda a darnos el voto decisivo el nueve de marzo.

Porque este es el proyecto de un gran equipo, en el que cada compañero y cada compañera cuentan, y en el que a cada ciudadano le debemos todo lo que hacemos, y también nuestro afecto y nuestra cercanía.

Compañeros, ánimo, porque no os voy a fallar."

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios