Así consta en un auto hecho público este jueves en el que se inhibe de una parte de la investigación sobre el 'caso Gürtel' en favor del Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJV), al encontrar indicios de responsabilidad penal en el presidente de la Generalitat,
Francisco Camps, y el secretario general del PP de Valencia y diputado autonómico,
Ricardo Costa.
Garzón imputa también al ex secretario de Organización del PP de Valencia
José Víctor Campos Guinot y al jefe de Gabinete de la Consejería de Turismo,
Rafael Betoret Parreño.
Garzón explica que los responsables políticos del PP
"convirtieron" a la empresa Special Events, liderada por Correa, "
en la que acapararía la mayor parte de los actos de promoción de dicha formación política". Así, entre 1996 y 2004, Correa desarrolló "
un conjunto de relaciones y contactos que le permitieron crear un círculo de personas que o bien le concedían la organización de eventos merced a su posición dentro del partido o bien, una vez que obtenían un cargo público, facilitaban la entrada de las empresas de Correa en la administración que gobernaban".
Coches y televisiones de plasma
"
Para ganarse el favor de los responsables políticos entregaba dádivas de todo tipo, desde dinero en efectivo a regalos de lujo, coches, pantallas de televisión de plasma u otros objetos", detalla la resolución judicial. De esta forma, Correa consiguió crear "
una relación estable" con los dirigentes del PP "
ganando su confianza a la vez que favorecía la obtención de negocio para sus empresas".
De esta manera, Garzón explica que, "
una vez que el responsable político alcanzaba un cargo dentro de una administración local o autonómica comenzaba a introducir personas de su confianza en puestos clave dentro de la organización administrativa con el fin de controlar tanto la concesión de contratos públicos como el posterior pago de los servicios realizados".
No obstante, los
"cambios" que se produjeron en la dirección del PP nacional a partir de 2004 provocarían, según Garzón, "
un cambio en la tendencia seguida hasta entonces", de forma que la organización política a nivel nacional "
se desvinculó" de las empresas de Correa, "
si bien se adaptó a la nueva coyuntura mediante la creación de una sociedad que se traslada a Valencia", en referencia a Orange Market y su presidente,
Álvaro Pérez, 'El Bigotes'.
Las ‘pruebas’ de Garzón contra Camps
En su Auto, hecho público este jueves, el juez Baltasar Garzón detalla en su Hecho 5 –inmediatamente anterior a los Razonamientos Jurídicos- el cuadro elaborado por la UDEF que recoge los pagos presuntamente hechos –“sin perjuicio de que estos puedan incrementarse una vez avance la investigación”-, al presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, y otros altos cargos de la Comunidad, como Ricardo Costa, José Víctor Campos y Rafael Betoret.
Garzón dice que la cantidad supuestamente cobrada lo fue “en especie”, o, lo que es lo mismo, en trajes a medida de las tiendas “Milano y “For ever young” (“Siempre joven”):
PERSONA |
CANTIDAD EUROS |
OBSERVACIONES |
Francisco CAMPS ORTIZ |
12.783 |
En especie |
Ricardo COSTA CLIMENT |
7.325 |
En especie |
José Víctor CAMPOS GUINOT |
4.850 |
En especie |
Rafael BETORET PARREÑO |
9.950 |
En especie |
Camps, tentado de tirar la toalla
En círculos próximos al presidente de la Generalitat valenciana,
Francisco Camps, se ha detectado una gran preocupación ante su estado anímico tras haber sido imputado por
Garzón como presunto implicado en el ‘caso Gürtel’, cuyas diligencias han sido parcialmente transferidas al Tribunal Superior de Justicia de Valencia.
“Camps no es ni Zaplana ni Fabra y no tolera acusaciones que puedan empañar su reputación”, dijo una fuente considerada muy cercana al presidente valenciano. Esta fuente admitió que el presidente
“ha podido sentir la tentación de tirar la toalla”, aunque no lo hará, al menos mientras dure su imputación en el sumario de Garzón, que sigue sin conocer en su integridad, lo que
“le produce una gran sensación de indefensión”. Desde que su nombre apareció en relación con el presunto regalo de unos trajes, cosa que tanto él como la persona a la que se atribuyó inicialmente la especie han negado, Camps aparece, según testigos presenciales, “
claramente obsesionado” por este asunto
“tan menor”, ha adelgazado sensiblemente y su actividad política se ve
“como lastrada”.
Sin embargo, los medios consultados por este periódico insistieron en que el presidente de la generalitat valenciana “
difícilmente dimitiría” mientras
“su nombre esté en cuestión; es una persona muy celosa de su reputación”.
Diariocrítico de Valencia>>
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