www.diariocritico.com
Sleepy Hollow (rodarán cabezas)

Sleepy Hollow (rodarán cabezas)

domingo 28 de noviembre de 2010, 23:03h

En Cataluña ha ocurrido lo que era previsible y había sido de sobra anunciado. No ha habido sorpresas: arrasó Artur Mas, se desplomaron todos los partidos del tripartit -PSC, ERC e ICV-, el PP se convirtió en la tercera fuerza política y Joan Laporta entró en el Parlament, poniendo la nota cómico-grotesca de una campaña a lo Cicciolino. Ni siquiera ocurrió lo que más temían los dirigentes de CiU: que hubiera voto oculto socialista -es decir, que determinados ciudadanos no se atrevieran a revelar a los encuestadores qué opción iban a votar, aunque ya habían decidido votar PSC- lo que podría haber trastocado los sondeos y las previsiones y le hubiera aguado la fiesta nacionalista a Convergencia i Unió.

Pero aunque todo discurra por los cauces previstos, estas elecciones dejan huella y, a más de más, unas cuantas incógnitas que deberán ser despejadas de forma inmediata unas, y otras con el transcurso de los días o de los meses. Pero, sin duda, los resultados en Cataluña van a traer consecuencias a nivel regional y nacional.

Empecemos por la cuestión regional. Muchos se preguntaban si José Montilla tendría la decencia y la bonhomía de dimitir. Es el gran derrotado a nivel político, y el huevo que le lanzaron -en una acción absolutamente intolerable y condenable- a Miquel Iceta en la sede del PSC lo atestigua. Se preguntaban si quedaría como líder de la oposición, como convidado de piedra en el Parlament. Y si dimitía, si lo haría también como primer secretario del PSC. Y si tal cosa hacía, si le sucedería Corbacho, el ex ministro del paro al que las urnas han vapuleado, o lo haría manu militari la ministra de Defensa, Carme Chacón, obligada por las circunstancias.

La incógnita la despejó el propio Montilla en la noche electoral, tras el huevazo a Iceta: no dimite, no se va. Simplemente, no se presentará a la reelección como primer secretario de los socialistas catalanes en el próximo Congreso del PSC. Pero, mientras tanto, él, y él, y él, va a pilotar el camino del cambio que necesita Cataluña. Pero, ¿hay algo más difícil que afeitar una cara de cemento?

Segundo, ¿dimitirá inmediatamente Joan Puigcercós o también tendrá el pétreo rostro de amarrarse a su silla dirigente en ERC? La debacle de los republicanos catalanistas ha sido histórica: perder más de la mitad de los escaños jugando en propia casa y desde las mieles de la Generalitat no es cualquier cosa. Por mucho menos rodó la testa de Josep Lluis Carod-Rovira, que espera como jinete sin cabeza con la espada levantada para ejecutar a su ejecutor. Lo cierto es que las urnas han colocado a los de ERC en su justo predio; es decir, por debajo del Pepé, y casi, casi, por debajo hasta de Laporta. La cosa tiene delito.

Siguiendo con las cabezas catalanas -y haciendo símil con la famosa película Sleepy Hollow, dirigida por Tim Burton, que narra la leyenda hispanoamericana del jinete sin cabeza-, ¿habrá decapitación para Joan Herrera? Un buen político Herrera, a quien le ha tocado torear -a él, que es un reconocido ecosocialista antitaurino- un toro demasiado bravo, o, lo que es mismo, lavar la imagen inlavable de Joan Saura. Personalmente, Herrera ha mantenido el tipo, pero la pérdida de escaños, aunque previsible por el duro castigo a los 'chicos de la Visa Oro' del tripartit, tiene consecuencias políticas.

Pasamos a nivel nacional. De la victoria de Alicia Sánchez-Camacho -ha tenido más votos que ningún otro candidato popular en Cataluña-, ¿qué parte le corresponde a Rajoy, que se ha dejado la suela de los zapatos zapateando Cataluña? Estas elecciones afianzan a Rajoy en su partido frente a los Gallardones que le esperan con la espada flamígera en alto en la mano derecha y el puñal de Vellido Dolfos, por si acaso, atrás y en la mano izquierda.

Ahora bien, por lo mismo, ¿qué responsabilidad tiene Zapatero en la derrota? ¿O dirá, como en Madrid, que quien perdió era 'la Trini', no él, que no se presentaba? Más allá de los subterfugios, Zapatero ha cosechado su segunda derrota, esta vez externa -frente a las urnas ciudadanas, no de la militancia-. Se van cumpliendo los pronósticos y sólo le queda para apurar su cáliz perder en las municipales y autonómicas de mayo de 2011. Y como no hay dos sin tres… asistimos al final del 'zapaterato'.

En fin, que en Sleepy Hollow andan de cabeza.

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios