“Alemania necesita ahora un gobierno que sea capaz y esté dispuesto a actuar, y rápidamente". Es lo que ayer opinaba el director general del mayor banco del país y presidente de la asociación de bancos. Es una opinión y petición generalizada entre los líderes empresariales alemanes tras las elecciones del domingo. Piden la rápida formación de un gobierno argumentado que la mayor economía de Europa no podía permitirse el lujo de perder tiempo mientras las compañías sufren altos costes, burocracia y creciente competencia del exterior. Una encuesta reciente de la Cámara de Comercio e Industria mostró que el 60% de las empresas citan las condiciones económicas, incluida la burocracia y los altos costes laborales y energéticos, como los mayores riesgos comerciales.
La victoria del bloque conservador ha allanado el camino para una coalición con los socialdemócratas, aliviando las preocupaciones sobre un gobierno tripartito más conflictivo. Aun así, los partidos de la oposición mantendrán una minoría de bloqueo en el parlamento sobre decisiones de mayor alcance, incluida la flexibilización del freno de la deuda consagrado en la constitución que mantiene al país limitado en términos presupuestarios. El Bundesbank respaldó ayer en su informe mensual elevar el límite de déficit del Gobierno en un momento en que la deuda pública es baja y hay necesidad de inversión en infraestructura y defensa.