Finalmente ni Vladimir Putin ni Donald Trump acudirán a Turquía para reunirse y debatir la paz, solo acudirá el mandatario ucraniano Volodymyr Zelensky.
Pero los mandatarios han enviado a una delegación para representar sus intereses en Ankara. Por parte de Rusia acudirá como figura principal el asesor presidencial, Vladímir Medinski, el viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, el de Defensa, Alexander Fomin, y un alto mando del Estado Mayor del Ejército ruso.
En cuanto a la delegación estadounidense, estará encabezada por el secretario de Estado, Marco Rubio, y los enviados especiales Steve Witkoff y Keith Kellogg.
Aunque Zelensky condicionó su presencia a la asistencia de Putin, finalmente ha trascendido que está de camino a Turquía y que sí participará en las conversaciones, pues además se va a reunir con el líder turco Recep Tayyip Erdogan.
Tras dejar en 'stand by' durante unas horas su reunión con la delegación rusa, finalmente el líder ucraniano no participará en las conversaciones, pero mantendrá a la delegación ucraniana.
El encuentro se producirá este viernes en Estambul y será el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov, quien liderará a la diplomacia ucraniana.
¿Qué expectativas hay de acuerdo?
Moscú y Kiev han insistido en que están dispuestos a hablar para culminar la guerra, pero las posiciones están alejadas y un acuerdo de paz se anticipa complicado.
Ucrania solicitó un alto el fuego incondicional de un mes que Putin rechazó y Kiev también rechazó una tregua ofrecida de 3 días. Mientras, los ataques se siguen produciendo. Además, en las disputas territoriales ninguno parece dispuesto a ceder de momento.
Rusia no quiere renunciar a los territorios ucranianos que ha logrado controlar tras la invasión como el Donbás, Zaporiya o Jersón y lo ha catalogado como una "línea roja". Mientras, Ucrania insiste en que renunciar a estos territorios sería una violación de su constitución.
Por otra parte, Ucrania exige unas mayores garantías de seguridad de sus aliados, pero tanto Rusia como Estados Unidos no abogan por su entrada en la OTAN, por lo que Kiev ha planteado mecanismos de protección similares a los que tienen Corea del Sur o Japón. Una protección mayor sin llegar a pertenecer del todo a la Alianza.
Kiev tampoco acepta la neutralidad permanente o posiciones previas a 2022, pues ha reprochado que estas no impidieron a Rusia iniciar la guerra.
Turquía intenta así imponerse como una figura de mediación dada su posición entre ambos países, pues aunque ha condenado la invasión rusa, no ha aplicado sanciones a Moscú y ha mantenido siempre sus contactos.