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Isaac Fonseca en el inicio de rodillas de su faena a 'Brigadier', al que cortó una oreja.
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Isaac Fonseca en el inicio de rodillas de su faena a 'Brigadier', al que cortó una oreja. (Foto: Alfredo Arévalo Plaza1)

San Isidro: 'Brigadier', un toro bravo, y Fonseca, un gran torero, que le cortó una oreja de peso

miércoles 14 de mayo de 2025, 22:39h
La verdad de la Fiesta. Un hombre valiente jugándose la vida y creando arte frente a un toro bravo. Lo que aconteció con protagonismo del bravo 'Brigadier', del hierro de Pedraza de Yeltes -premiado con vuelta a ruedo-, y, claro, de su matador, Isaac Fonseca -premiado con una importante oreja-, en un emocionante espectáculo que cerró una función pasada por agua y con mucho frío, que iba embarrancada desde el segundo burel por la pésima condición del mismo, como de sus hermanos hasta el sexto. Con el que el mexicano cascabeleó una faena valerosa y ortodoxa que calentó el ánimo, y el cuerpo, de los ateridos espectadores. Román se lució en el que manejable que abrió plaza y José Enrique Colombo anduvo por allí voluntarioso y vulgarote.

Le achacan a Belmonte la frase de 'Dios te libre de un toro bravo en Madrid', aplicable a la mayoría de las figuras actuales. Pero no es el caso de los espadas emergentes que buscan el triunfo en la cátedra de Las Ventas -y, si es posible, la soñada Puerta Grande- para ponerse arriba del escalafón y, por supuesto, de los honorarios. Como Isaac Fonseca, que seguro en sus plegaras religiosas o laicas pidió eso, lo más difícil: un toro bravo. Catadura que albergaba 'Brigadier', a la que unió la de la codicia encastada y la exigencia de hacerle las cosas bien con la muleta. Y, evidentemente, Fonseca sacó un notable muy alto.

Con su corta estatura, frente a un bicho de 667 klios y gran alzada, que había ido tres veces desde lejos y empleándose al caballo que montaba un espléndido Borja Lorente, Fonseca se clavó de hinojos para domeñarlo con cinco redondos plenos de temple y sabor. Y ya en pie siguió, con templanza, colocación y tersura, por ese pitón, en otras cortas series rematadas con airosas trincherillas y pases de pecho barriendo los lomos a 'Brigadier' y con el público batiendo palmas, y no por el frío.

Intentó el coletudo repetir por naturales, pero el animal se rebrincaba y a la salida de cada suerte echaba la cara arriba, por lo que el mexicano volvió a la mano derecha para continuar su magnífica obra, que cerró con un nuevo trincherazo y dos del desprecio. Se lanzó a matar como un jabato saliendo rebotado en el primer intento, pero luego, para no marrar de nuevo, se echó encima -textual- del morrillo de 'Brigadier', que dobló para alegria del matador y de los ocupantes de los tendidos.

Es menester, justo y necesario que también la cuadrilla que lleva el mexicano, quizás la mejor y más completa en la actualidad, también había calentado el ambiente con la tenpladísima brega de Raúl Ruiz y los pares de banderillas de Juan Carlos Rey y Tito. En definitiva, una gran tarde de un Fonseca -que, por cierto, cuando más arreciaba el viento anduvo con mucha menos decisión en su anterior enemigo, un ejemplar ayuno de casta y de clase- que pide paso en forma de contratos.

De similar guisa fue el lote de Colombo, también perjudicado por las circunstancias climatológicas y las de sus bicornes, sí. Pero igualmente por su vulgaridad muleteril y con los rehiletes, con seis pares que colocó -todos al cuarteo, viva la variedad- a cabeza pasada. O sea, la antítesis del cercano ejemplo -y nunca mejor dicho/escrito- de, sobre todo, Juan Carlos Rey.

También aportó su parte alícuota de verdad, como siempre, Román, en el manejable primero que buscaba tablas y el valenciano lo sacó de la querencia para obligarle e incluso perseguirle -el mundo al revés, el coletudo detrás del burel- a fin de ofrecer, además de sabia colocación -con algunas ventajillas a veces-, buenas series antes de marrar a espadas. Peor estuvo con las armas toricidas en su segundo, desentendido y sin celo.

El sabio aserto ya lo expresa: bien está lo que bien acaba. Y si es con un muy buen toro -que salvó a la divisa salmantina de lo que se barruntaba como un fracaso en este abono-, y un muy bien torero. La verdad, si alharacas, de la Fiesta.

FICHA

Toros de PEDRAZA DE YELTES, con trapío y de excesiva báscula, astifinos. Cumplieron en los caballos, con 6º, premiado con la vuelta al ruedo, bravo y con casta; resto, descastados y de escaso juego. ROMÁN: vuelta tras aviso; silencio. JOSÉ ENRIQUE COLOMBO: vuelta tras aviso; silencio. ISAAC FONSECA: silencio; oreja. Plaza de Las Ventas, 14 de mayo, 6ª de abono. Dos tercios de entrada (17.782 espectadores, según la empresa).

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