La rebelión del Grupo Wagner, aunque sofocada, pasa una gran factura a Putin

Rusia ha vivido uno de los fines de semana más tensos en décadas tras la rebelión del Grupo Wagner liderado por Yevgeny Prigozhin.

Los mercenarios han apoyado y luchado por Rusia desde el inicio de la guerra en Ucrania. Han sido decisivos a la hora de mantener posiciones del ejército ruso así como de conquistar puntos clave.

Pero tras varios encontronazos con el Ministerio de Defensa y las formas de proceder de Moscú, Yevgeny Prigozhin llamó a la rebelión y tomó la ciudad rusa de Rostov.

Tras controlar las instalaciones militares clave, los suyos iniciaron una "marcha por la Justicia" hasta Moscú y la ciudad tuvo que blindarse ante el miedo a fuertes disturbios.

Finalmente la intervención de Bielorrusia, fiel aliado de Vladimir Putin, logró que el conflicto no escalase y la rebelión se disolviese sin lamentar víctimas.

Golpe al liderazgo de Putin

En el momento de la revuelta de Prigozhin, Putin envió un mensaje a la nación acusando a los mercenarios de "traición" y aseguró que los culpables serían "castigados" de manera contundente.

Pero ese gran castigo nunca ha llegado, de hecho Prigozhin y los que participaron activamente en la rebelión se han ido 'de rositas', pues las causas penales abiertas por ello en Rusia han sido archivadas según el acuerdo de mediación logrado.

Se ha evitado un derramamiento de sangre, pero según han asegurado varios expertos en conflictos y relaciones internacionales a RTVE, el daño a la imagen de Putin es irreparable.

"Ha dañado y mucho la imagen de Putin como líder incontestado y alguien que nadie osaría cuestionar. Prigozhin ha dado ese paso de ir a la acción y, además, con unos hechos todavía más preocupantes para la imagen de Putin, porque no ha sido sofocado ni aplastado de manera inmediata y contundente", ha recalcado Manuel Torres, catedrático de Ciencia Política.

Hasta ahora el mundo entero, especialmente los ciudadanos rusos, tenían en Putin la imagen de alguien autoritario y que daría una respuesta brutal a unos hechos así, pero ahora se ha empezado a cuestionar su capacidad de utilizar la fuerza.

"Putin tenía una visión, no solamente a nivel popular, de que tenía bastante controlada la situación dentro de Rusia. Sin embargo, con esta crisis (...) la credibilidad de líder fuerte, de que lo tiene todo controlado todo jerárquicamente, se ha visto muy en entredicho", ha señalado por su parte Guillermo Pulido, integrante de la revista 'Ejércitos'.

Aunque ahora la situación está calmada a ojos de la opinión pública, es probable que internamente sea caótica, pues que el líder de Wagner llegase a controlar parte del territorio ruso es un hecho difícil de ignorar.

Pero además del liderazgo interno de Putin, su liderazgo en Ucrania también se ha visto dañado y los expertos no descartan que Ucrania aproveche la situación para iniciar una contraofensiva agresiva y recuperar más territorio.