El rey Carlos III abandonó el martes, con gesto sonriente, su residencia londinense, en su primera aparición desde el anuncio la víspera de un cáncer, que, según el primer ministro británico Rishi Sunak, fue "detectado temprano".
A Carlos sólo se le pudo ver apenas unos segundos a través de los cristales de su coche oficial.
De momento hay poca información sobre el monarca. La Casa Real británica sólo aportó al dato de que tenía cáncer que "no se trata de un cáncer de próstata, sino que fue descubierto durante su reciente tratamiento para el agrandamiento de la próstata".
"Su Majestad ha decidido compartir su diagnóstico para evitar especulaciones y para que la opinión pública comprenda mejor a todos los afectados por el cáncer en todo el mundo", decía la nota oficial.
Por ahora, el rey pospondrá sus compromisos públicos y se espera que otros miembros de la realeza le sustituyan durante el tratamiento. Su hijo Guillermo, llamado a la sucesión en el futuro, tendrá un papel relevante en las próximas fechas. También se espera que tengan más presencia la propia esposa de Carlos, Camilla, además de su hermano Andrés.
El líder de la oposición, Keir Starmer, del Partido Laborista, llamado a ser el próximo primer ministro, señalaba: "En nombre del Partido Laborista, deseo a su majestad todo lo mejor para su recuperación. Esperamos verlo recuperar rápidamente su plena salud".
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