Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de bombardear una cárcel con prisioneros de guerra

Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente de bombardear una cárcel en Olenivka en la que se encontraban prisioneros de guerra en territorio controlado por los separatistas prorrusos.

Se trata de un ataque que, según el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dejó más de 50 muertos y constituye "un crimen de guerra".

Ucrania asegura que durante la explosión de la noche del 29 de julio, que se produjo en el territorio de la antigua colonia correccional de la ciudad de Olenivka, en el territorio temporalmente ocupado de la región de Donetsk, el edificio donde se encontraban los prisioneros de guerra ucranianos fue destruido. Según los rusos, más de 50 defensores ucranianos han fallecido y se desconoce el número de heridos.

Desmintiendo las acusaciones rusas, las autoridades ucranianas aseguran que sus Fuerzas Armadas sólo atacan exclusivamente instalaciones militares rusas: almacenes con combustible, armas y municiones, puestos de mando e instalaciones de infraestructura militar. "El ejército ucraniano tiene suficientes medios para identificar objetivos, incluidos los sistemas de reconocimiento espacial. Ucrania no disparó cohetes ni artillería contra Olenivka, enfatizaron los departamentos", dice un comunicado oficial.

"En la noche del 29 de julio, tuvo lugar una matanza organizada de prisioneros de guerra ucranianos en el territorio de la antigua colonia penal de Olenivka", concluye.