La sirenita de Copenhague es el monumento más emblemático de la ciudad danesa, un homenaje al escritor más internacional del país: Hans Christian Andersen, autor de 'La sirenita'.
Desde su colocación en 1913 el monumento ha sido víctima de múltiples sabotajes y hoy ha amanecido otra vez vandalizada: la han pintado con los colores de la bandera rusa.
La Policía de Dinamarca ya ha abierto una investigación al respecto para esclarecer lo ocurrido y dar con los autores.
No es el primer ataque político que sufre la estatua, pues ha sido decapitada, pintada, vestida con la túnica del Ku Klux Klan...y un largo etcétera.
El ataque actual es muy probable que tenga que ver con la postura de Dinamarca en la guerra de Ucrania, pues se ha postulado claramente a favor de los ucranianos y cargado contra el Gobierno de Putin.
De hecho, en junio del año pasado Dinamarca aprobó unirse a la Defensa Común de la Unión Europea tras someter la decisión a referéndum, cuyo resultado fue con un 'sí' rotundo.
Un hecho inédito, pues desde su integración en la UE en 1993 era una de las 4 grandes excepciones de la política comunitaria que mantenía.
Una decisión que vino después de que sus vecinas Finlandia y Suecia dieran el paso de solicitar su entrada en la OTAN tras la escalada de la guerra entre Ucrania y Rusia. Un hecho que no gustó nada a Moscú.
Claro apoyo a Ucrania
El Ejecutivo danés, al igual que muchos dentro de los 27, se ha implicado con la ayuda a Ucrania tanto en material militar como en ayudas económicas.
De hecho, el Gobierno ha aprobado aumentar su gasto en Defensa (una política que la OTAN ha instado a realizar a todos los aliados) mientras que ha suprimido un día festivo en el país.
Una iniciativa que ha disgustado mucho a la población y a los sindicatos, pero dada la mayoría absoluta de los socialdemócratas, la han sacado adelante en el parlamento sin problema alguno.
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