Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos, ha vuelto a incidir este sábado en sus teorías sobre una "caza de brujas", durante el transcurso de su primer mitín electoral tras su imputación por haberse llevado a su mansión de Florida decenas de cajas con material clasificado.
Trump, que sigue en cabeza como favorito para la nominación presidencial republicana para las elecciones de 2024, se ha puesto a sí mismo como una víctima ante cientos de sus seguidores en un mitin en el estado de Georgia.
"Uno de los abusos de poder más tremendos que ha habido en nuestro país"
"Esta acusación ridícula y sin ninguna base que ha lanzado contra mí el Departamento de Justicia de Joe Biden acabará siendo recordada como el peor abuso de poder de la historia de nuestro país", ha comentado el ex mandatario.
Los asistentes, muchos llevando las características gorras rojas de Trump, han estallado en aplausos a sus palabras y no han faltado tampoco los abucheos cuando el republicano ha hablado del presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden.
Biden, quien ha confirmado que optará a la reelección en 2024, todavía no se ha posicionado sobre la nueva imputación de Trump, la segunda después de que ya fuera imputado en marzo de 2023 en Nueva York por un caso de fraude fiscal.
Acusado de 37 cargos federales
La comparecencia de este sábado de Trump es la primera desde que el viernes saliera a la luz el escrito de acusación de la Fiscalía del Distrito Sur de Florida, en el que se detallan los 37 cargos por la presunta comisión de siete delitos federales de los que se le acusa al ex presidente por su mal manejo de material clasificado.
Según la Fiscalía, tras perder el poder en 2021, Trump mandó trasladar desde la Casa Blanca a su mansión en Mar-a-Lago (Florida) decenas de cajas con recortes de periódicos, cartas, fotos y también cientos de documentos clasificados, entre ellos información sobre secretos nucleares y planes de ataque a otros países.
Esos documentos no se almacenaron de manera segura, sino que terminaron en diferentes rincones de la mansión de Trump, como un dormitorio, un salón de baile y un baño, según se puede ver en las fotos incluidas en el escrito de acusación.
Bajo la Ley de Registros Presidenciales de 1978, todos los documentos de un presidente son propiedad pública del Gobierno de EEUU y no privada, por lo que Trump al dejar la Casa Blanca debería haber dejado los documentos clasificados en los Archivos Nacionales, encargados de su custodia.
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