El informe lamenta la ralentización del proceso de reformas en Turquía durante el último año y "la persistencia de problemas en el dominio de los derechos de la mujer", y reitera su llamamiento para que se aplique de manera "integral y eficaz" la legislación pertinente, especialmente "en las regiones más pobres del país".
La Eurocámara condena la violencia contra las mujeres, especialmente los asesinatos de honor, la violencia doméstica, los matrimonios forzosos y la poligamia, y pide al Gobierno turco que "haga una prioridad de la lucha contra esta violencia en general y contra los crímenes de honor en particular" y que cree refugios especiales para las mujeres bien protegidos.
También exige que se investiguen este tipo de crímenes de forma sistemática, que se condene a los culpables, y que se forme a las autoridades policiales y judiciales en cuestiones de igualdad de género y lucha contra la violencia.
Los parlamentarios lamentan que la participación de las mujeres en la vida política en Turquía sea "excesivamente baja" y reclaman a los partidos políticos que sitúen a más candidatas en sus listas ya a partir de las próximas elecciones de 2007. "Existe una gran necesidad de mujeres que ocupen posiciones de poder y toma de decisiones y que sirvan de modelo", señala el informe, que apunta como solución medidas temporales de discriminación positiva.
Asimismo, el informe, elaborado por la socialista holandesa Emine Bozkurt, expresa su preocupación por la discriminación de las mujeres turcas a la hora de acceder a la educación. De acuerdo con los datos de UNICEF, cada año entre 600.000 y 800.000 jóvenes turcas dejan de asistir a la escuela porque su familia se lo impide o por dificultades logísticas.
Por ello, la Eurocámara pide al Gobierno de Ankara que garantice la igualdad de oportunidades, particularmente en las regiones del sudeste, en materia de acceso a la educación y al mercado de trabajo. La tasa de empleo de las mujeres en Turquía se sitúa por debajo del 25%, muy lejos del 55% de media en la UE.