Betancourt les exige a las FARC liberar a los rehenes
martes 02 de diciembre de 2008, 17:08h
La política colombo-francesa Ingrid Betancourt aseguró en Quito que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "van rumbo al abismo" y exigió a esa guerrilla que libere a los secuestrados que tiene en su poder.
"Las FARC son una organización que va rumbo al abismo" y si quieren tener algún respiro tiene que "hacer rectificaciones extraordinarias", entre las que la más importante es que "entreguen los rehenes que tienen" en su poder, enfatizó Betancourt durante una rueda de prensa en la capital ecuatoriana.
La ex candidata presidencial colombiana visitó Quito en el marco de una gira suramericana que incluye también Argentina, Chile, Brasil, Perú, Bolivia y Venezuela y en la que pretende expresar su agradecimiento a los gobernantes de esos países, por considerar que contribuyeron a lograr su liberación en julio pasado, tras seis años en poder de las FARC.
Por ello, la política colombiana dijo que su mensaje a los gobernantes suramericanos, además de agradecimiento, es solicitarles que mantengan sus esfuerzos para intentar lograr la liberación de todos los rehenes en manos de grupos irregulares de Colombia.
Durante su estancia en Ecuador, mantuvo una reunión con el presidente Rafael Correa, tras la cual señaló que siente que Colombia tiene en el mandatario ecuatoriano "el mejor aliado" para combatir ese flagelo.
Por ello, abrigó la esperanza de que Quito y Bogotá logren pronto superar sus diferencias y restablezcan las relaciones diplomáticas rotas desde hace nueve meses, y convocó a los Gobiernos de los dos países a restablecer el diálogo bilateral para afrontar juntos los problemas comunes.
Por su parte, Correa sostuvo que "Ecuador hará todo lo posible" para "lograr la libertad de estas personas" secuestradas por grupos rebeldes colombianos.
Según Betancourt, en este último año han pasado sólo "cosas negativas para las FARC", lo que ha minado su unidad interna y les ha llevado a una situación de "desbandada", aislamiento y falta de credibilidad.
Ahora son "una guerrilla que ha perdido su norte", aunque en este momento esté intentando "dynamicar un liderazgo" en torno a Alfonso Cano, señaló Betancourt, tras insistir en que en este momento, ese grupo tiene "la posibilidad de rectificar" con la liberación de los cientos de rehenes que tienen en su poder.
Los rebeldes, añadió, podrían entregar los secuestrados a una personalidad internacional, como el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, o un gobernante latinoamericano, momento en que, según ella, podría "comenzar otra etapa" para Colombia.
Por ello, dijo, su gira por varios países latinoamericanos intenta crear una conciencia internacional sobre la necesidad de bregar por la liberación de todos los secuestrados en poder de los grupos rebeldes en su país.
Agregó que en Colombia hay unos 3.000 secuestrados, casi 1.000 de ellos en poder de las FARC, por los que deben responder.
Respecto al ataque del Ejército colombiano contra un campamento clandestino de las FARC en territorio ecuatoriano, que supuso la ruptura de las relaciones entre ambos países, Betancourt volvió a decir que esa acción fue clave para su liberación, porque dejó rotas las comunicaciones de los jefes rebeldes.
Sin embargo, aunque dijo que comprendía que el bombardeo haya causado malestar en Ecuador por la violación territorial.
Finalmente, Betancourt recordó que luego de muchos años podrá disfrutar de la Navidad con su familia y lejos de la crueldad del cautiverio al que estuvo sometida.
"Me preparo para pasar la Navidad en familia por primera vez en muchos años", apostilló la política colombo-francesa.
En coincidencia con la visita de la ex rehén a Ecuador, la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu), con sede en Quito, solicitó hoy a los países de la región que adopten una convención internacional contra el secuestro, para condenarlo como "un crimen contra la humanidad".
El secretario general de la Aldhu, el chileno Juan de Dios Parra, recordó que son "más de 4.000 seres humanos los que padecen este flagelo en América Latina, cuyo sufrimiento afecta no solo a las víctimas sino a sus familias y a toda la comunidad".