Fino y educado, así se mostró el candidato del PP a la Lehendakaritza en una conferencia pronunciada en el foro de Nueva Economía, en Madrid. El líder de los populares vascos iba a exponer su punto de vista sobre Euskadi, pero los acontecimientos sobre la trama de corrupción que se extiende en Madrid y Comunidad Valenciana le restó protagonismo en este importante acto. Decenas de periodistas y de medios se habían concentrado en el hotel del acto, pero era, sobre todo, para ‘pillar’ a la plana mayor popular que hasta allí se desplazó para arropar a Antonio Basagoiti.
Allí, en un salón abarrotado, estaban desde Manuel Fraga hasta las secretaria general del PP, Dolores de Cospedal –no estuvo Mariano Rajoy, y sorprendió su ausencia-, pasando por ejecutivos nacionales como Esteban González Pons, Ana Pastor o Cristóbal Montoro, por numerosos diputados y senadores y, sobre todo, por la plana mayor del PP madrileño: desde la presidenta del Gobierno y del PP regional, Esperanza Aguirre, acompañada de su escudero Juan José Güemes, hasta la presidenta de la Asamblea, una huidiza ante los micrófonos Elvira Rodríguez. Tampoco estuvo el alcalde Ruiz-Gallardón, pero envió a su hombre de confianza, Manuel Cobo. En fin, la ‘crème de la crème’ para el concierto de corrupción que se vive en Madrid.
Basagoiti, a pecho descubierto
Más allá del contenido de la conferencia del orador era obligada la pregunta sobre la trama corrupta de Madrid. Basagoiti no escurrió el bulto, todo lo contrario, estuvo a la altura de las circunstancias: “Sería un insensato si no dijese que esto no ayuda al PP”, pero “el PP vasco está a prueba de todo”. “Lo que está pasando no es bueno para el PP”, pero a él, a Basagoiti, le produce “repugnancia” que haya “conseguidotes que sacan algún dinero” mientras hay concejales populares que se juegan la vida en el País Vasco. Muy explícito.
Por lo demás, Basagoiti desgranó en Madrid un discurso ya conocido –“nosotros no cambiamos de postura”-, pero valiente. Definió a los populares vascos como “el voto útil, porque somos los que sumamos y podemos cambiar las cosas”, y pidió más escaños para el PP en las elecciones del 1 de marzo porque así restan posibilidades a las “sumas de Patxi López con unos nacionalistas o con otros”.
Basagoiti definió a Ibarretxe y al propio PNV como el partido que “ha competido con las hipotecas sub prime con Batasuna” –ahí estuvo ingenioso-, partido del que dijo que “no es moderable y menos desde el poder”, y dijo de los socialistas de Patxi López que lo que ocurre es que “tienen un gran complejo de maketos”. De ahí, que López, según Basagoiti, sólo piense en entrar en la Lehendakaritza a través de dos fórmulas: si gana López, con un ‘pacto a la catalana’ con EA, Aralar y EB-IU; si no gana, pero la aritmética lo permite, “subirse con el PNV al coche oficial”. Por el contrario, si gana el PNV de forma suficiente, “volvemos a Lizarra”.
Ése es el panorama político en Euskadi que ha pintado Basagoiti en Madrid. Pero en las antípodas de lo anterior se hallaría el PP vasco, según él: “Yo sería capaz de entenderme con el Partido Socialista, pero el Partido Socialista no está en eso: está con el PNV”.
En su presentación inicial, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, definió a Basagoiti como un “proyecto de esperanza y de futuro” frente a la bipolarización en el País Vasco, donde hasta ahora domina un “despotismo nacionalista que impone su pensamiento único”.