La Universidad de Cantabria advierte de que esta pérdida anual de arena podría conllevar la desaparición de la playa.
Entre 25.000 y 30.000 metros cúbicos de arena serán necesarios para que la playa de La Magdalena recupere su aspecto habitual, después de que los últimos temporales que han afectado a la costa del Cantábrico hayan arrastrado parte de su lecho, hasta dejar a la vista el fondo de rocas.
Así lo prevé la Demarcación de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, organismo que ha asegurado que se trata de un fenómeno habitual que se repite todos los años con la llegada de los temporales al Cantábrico.
En esta ocasión, la fuerza del viento y de las olas ha arrastrado parte de la arena y ha provocado un corte vertical de aproximadamente unos dos metros de altura y unos 50 de longitud junto al muro que separa la playa de la ciudad.
Además, se ha desplazado gran cantidad de arena, que ha cubierto algunos tramos de la pasarela de madera que une las playas de La Magdalena y Peligros, lo que dificulta el paseo de los vecinos y ha abierto el debate sobre las causas y las soluciones a este fenómeno.
Vuelve la polémica
Es una polémica que viene de lejos y sobre la que, de momento, ni las administraciones públicas ni los vecinos de Santander se han puesto de acuerdo. Mientras para algunos santanderinos la causa es que se ha construido junto a la playa, para otros no es cierto que se esté produciendo la desaparición de La Magdalena.
Sin embargo, un informe de la Universidad de Cantabria advierte de que, si no se ataja, esta pérdida anual de arena puede provocar la desaparición de la playa y dejar sólo una pequeña franja en el espigón de Biquinis y en Peligros, como a finales del siglo XIX.