La Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria aportará 100.000 euros a la Federación de Municipios de Cantabria (FMC) por medio de un convenio de colaboración para el establecimiento de un sistema que gestione de forma eficaz el consumo energético en las instalaciones municipales.
El consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, y la presidenta de la Federación de Municipios de Cantabria, Blanca Rosa Gómez Morante, han firmado este miércoles el convenio, que se lleva desarrollando desde hace tres años.
Si en los años anteriores la colaboración se centró en el ahorro de agua o la gestión correcta de los residuos, ahora el objetivo es implantar una herramienta informática que optimice la facturación y el control de los consumos energéticos de las instalaciones municipales.
Para ello, este año se seleccionarán seis ayuntamientos en los que se implantará esta experiencia piloto, con la colaboración de la Mancomunidad de Municipios Sostenibles y la Fundación del Instituto de Ingeniería y Tecnología de Cantabria.
Este sistema analizará, entre otros aspectos, si las instalaciones están pagando por la potencia que realmente necesitan, si la tarifa de cada contrato es la adecuada, conocer si el precio de la electricidad es competitivo o alertar de excesos de consumos, potencias o energías reactivas.
Responsabilidad política
Francisco Martín ha indicado que el mayor riesgo que tiene el planeta es el cambio climático y que el gran trabajo que le queda a la sociedad es "un uso más sostenible de la energía y conseguir fuentes de energía".
El consejero ha añadido que el "sesgo" y el cambio de sentido que ha adoptado la Federación de Municipios de Cantabria con este convenio "es una muestra de responsabilidad política y ambiental".
Gómez Morante, por su parte, ha destacado que este tipo de acciones convierten a Cantabria en una de las comunidades autónomas que más avances está logrando en materia medioambiental. Además, el convenio permitirá la realización de auditorías energéticas en municipios de la región, para optimizar los recursos energéticos y contribuir a la reducción de CO2 a la atmósfera.
Para ello, se han seleccionado, en función del número de habitantes, nueve de los 102 ayuntamientos de Cantabria. Así, de más de 10.000 habitantes, se ha escogido a Camargo y Astillero; de entre 3.000 y 10.000, Ribamontán al Mar y San Vicente de la Barquera; y de menos de 3.000, la Hermandad de Campoo de Suso, Campoo de Yuso, Ribamontán al Monte, Val de San Vicente y Valdeolea.
Los objetivos de estas auditorías son analizar los consumos en instalaciones municipales, conocer la demanda de energía, reducir los costes, estudiar el potencial para la implantación de energías renovables e instalar nuevas tecnologías.