El Juzgado se pronunció este miércoles y ha decidido rechazar la petición de los vecinos, algo que para el alcalde de la ciudad, Íñigo de la Serna, supone el triunfo de los santanderinos, quienes para él son los "verdaderos ganadores".
El Ayuntamiento de Santander ha sostenido siempre que la Feria de Día es un evento muy importante de la ciudad por su capacidad de creación de empleo y por "fortalecer sectores productivos de la ciudad". El alcalde, además de felicitar a los ciudadanos, quiso agradecer el apoyo a los vecinos de la Plaza Pombo "que siempre se han mostrado a favor de la Feria y contrarios a las maniobras de sus representantes vecinales contra este evento".
En el otro lado del ring, el revés no ha sentado muy bien. Alfonso Díez Prieto, de la Asociación Pombo-Cañadio, cuenta a este medio que ya están "acostumbrados" a este tipo de decisiones. No obstante, su lucha no va a acabar aquí. Díez explica que esta petición de medidas cautelares no ha sido más que un intento de última hora para impedir la colocación de las casetas este año "porque ya no daba tiempo a presentar una demanda". Ahora que ya no hay prisa porque por este año nada se puede hacer, el siguiente paso consistirá en "presentar una demanda contenciosa normal para impedir que se pongan en años venideros".
Díez quiso recalcar las reivindicaciones habituales: los vecinos consideran que no se cumplen los requisitos mínimos en cuanto –sobre todo- al nivel de ruidos. Insiste, además, en que estas casetas no favorecen a los santanderinos, tal y como afirma De la Serna, sino a los hosteleros: "A la gente le da igual que les pongan las casetas aquí que en el muelle o que no se las pongan, porque Santander tiene 250 bares y los pinchos se los pueden tomar igual que en la calle. Lo que ocurre -señala- es que hay una serie de hosteleros que montan sus bares en la calle e impiden que los bares que están en segunda fila vendan nada. El negocio que generan las casetas es negocio que les quitan a otros".
Y advierte: "Los propios hosteleros también tienen sus más y sus menos con este asunto. El Ayuntamiento beneficia a los hosteleros, pero a unos pocos en realidad, no a todos. Les ponen en una situación privilegiada para que la gente se tome su pincho", asegura.
De la Serna miente "como un bellaco"
Las afirmaciones del Ayuntamiento relativas a que toda esta problemática no obedece más que a los intereses personales de la Asoaciación ha levantado también muchas ampollas. De la Serna afirmó este miércoles que la decisión del Juzgado de rechazar las medidas cautelares "ha dejado en evidencia las motivaciones personales de los señores Ricardo Alea y Alfonso Díez", de quienes, incluso, el alcalde asegura que presentaron "una querella criminal por la espalda contra este equipo de Gobierno".
Ante esto, el propio Díez, dándose por aludido, es rotundo: "De la Serna miente como un bellaco, yo mismo le repetí en tres ocasiones, meses antes, que o cumplía la sentencia que obligaba al ayuntamiento a acabar con el alcohol en la calle o que le poníamos una querella".
En definitivas cuentas, la cosa está que arde entre Ayuntamiento y vecinos. De momento, a la Asoaciación no le queda más remedio que tolerar, un año más, las casetas, los ruidos y la fiesta montada bajo cada balcón. De todas maneras, Díez asegura que no van a quedar así las cosas. "Volveremos a poner las sirenas para que por lo menos mientras se tomen el vino estén incómodos, pero la mayoría de la gente lo que hará estos días será escapar del barrio". Les quedan las sirenas y, más a largo plazo, la demanda contenciosa que ya están preparando contra el consistorio.