Iury Lech es un poeta avezado en las nuevas tecnologías. Sus trabajos audiovisuales y videoclips han sido premiados y seleccionados en festivales como Art Futura, Festival de Video de Navarra, Sonar, o Ars Electrónica. La obra de este artista de origen ucraniano pero afincado en España abarca desde la música hasta la literatura pasando por la videocreación.
Su universo de atmósferas hipnóticas y sensoriales, siempre en la vanguardia y la experimentación, le ha llevado, una vez más, a ir un paso por delante con su más reciente propuesta: El programa Transfera, producido por Transfera Media Arts y emitido semanalmente desde Madrid por la Central Digital/Canal Autor.
Un proyecto visionario que supone una nueva manera de divulgar y
potenciar la obra de artistas audiovisuales internacionales, cuyas creaciones se alejan de la narrativa convencional. Así, la interacción entre imagen y sonido nos sorprende aquí con múltiples formas de expresión, desde el VideoArte hasta el Cine de Vanguardia, o el Arte Cinético Electrónico. Al mismo tiempo, este original espacio supone toda una revolución a los medios de distribución habituales del mercado del arte tal y como lo hemos conocido hasta ahora.

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Supongo que en estos tiempos en que las ideologías y los medios ya no suponen una revolución lo que sí necesita el arte son nuevos canales de difusión que salten barreras económicas o administrativas. ¿Cómo surgió la idea de hacer Transfera? ¿Existía ya algo parecido? ¿Cree que esta nueva plataforma de artistas emergentes sustituirá algún día al competitivo y difícil mundo de las ferias de arte?
--El programa de televisión independiente Transfera, dedicado al videoarte y a la creación audiovisual contemporánea, nace al igual que se forman las estrellas, mediante el aprovechamiento de un proceso de fusión cultural que aparece en momentos expectantes de dinamismo y también han ayudado la constancia y la experiencia personal, profesional y artística concentrada durante años, que te permite conocer desde dentro las grandes limitaciones y las urgentes necesidades del medio. No obstante, creo que cuando estás preparado y tus ideas son claras al respecto es posible convertir en realidad las oportunidades. Por otra parte, nadie ponía en marcha un proyecto tan específico y esencial por lo que recurrí a la autoproducción.
Desconozco si existe otro proyecto parecido. Dado los tiempos míseros en que vivimos, no creo que ninguna cadena de televisión pública o privada se permita el lujo de producir algo tan radical y autónomo como Transfera, mientras que las instituciones oficiales y las empresas patrocinadoras no entienden, cuando no ven con buenos ojos, eso de sacar al videoarte de los
museos, de las galerías y de las ferias para introducirlo en los hogares de forma tan directa, sin intermediarios o control, por alguien tan próximo a los artistas como otro artista.
Transfera es una plataforma que intenta reunir a la creación audiovisual menos convencional para luego transferirla a otros estratos socio-culturales. Quizás no todo lo que se disperse se transformará en material competitivo, pero lo fundamental es que todos los trabajos parten con la misma importancia y ventaja. Cada cual recibe el mismo tratamiento mediático. Más que sustituir a otras alternativas, Transfera está empeñada en crear nuevas vías de conocimiento e interacción entre público y artista, libres de comisariados excluyentes y de volátiles apuestas de mercadotecnia. Transfera no aspira a ser sólo un muestrario sino a convertirse en un espacio referencial del arte
audiovisual.

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Entonces, si de momento este tipo de canal no juega el mismo papel en cuanto a valoración del artista en el mercado que una galería de arte, ¿cree que se crearán dos mundos diferentes, dos vertientes en el arte, el de la exhibición y el del mercado?
--Creo en la convivencia y en la retroalimentación pero para comenzar los centros de poder artístico tienen que modificar sus inflexibles agendas, en tanto que el mundo de la exhibición del arte audiovisual debe dotarse de infraestructuras y capacidad operativa para igualarse a la competitividad de quienes convierten el arte en mercancía, colectivo que a su vez debería dejar
de inflar los precios de obras totalmente deshechables y con ello abrir canales de distribución menos jugosos pero mejor repartidos.
--¿Considera que el mercado del arte está imponiendo los modelos de creación?
--El caprichoso mundo del coleccionismo y de la adquisición de arte más que imponer, se interpone y restringe el conocimiento de obras y artistas. Digamos que el videoarte ha de comenzar a crear nuevos circuitos alternativos y quizás dejar de insistir en que las ferias y galerías le faciliten el acceso, ancladas en formulismos superados. Como siempre, hay contados casos de videoartistas que consiguen colocar o vender sus piezas a museos y colecciones privadas, pero son una minoría y detrás hay un nombre consolidado que respalda estas
transacciones. El videoarte, y en especial el videoarte español, aún no ha sido aceptado como valor de inversión y tengo la impresión de que la verdadera salida, para no depender de las leyes del mercado, es diversificar las opciones y consolidar la comunicación con el público mayoritario desde una práctica inversa a la que se ha venido haciendo hasta ahora.

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¿Qué abarca el concepto "videoarte"?
--Es ante todo un arte audiovisual enfocado en la imagen cinética que rehuye de las convenciones del Séptimo Arte y que desarrolla principalmente una actitud experimental y un lenguaje poético, entiendiéndose por esto que establece con el artista un vínculo de unión estecho que le permite a este último una total autoridad sobre lo que crea. El videoarte rehuye de las convenciones y no obliga a una comprensión lógica, sino que nos abre las puertas a la irracionalidad poética, reflexiona sobre su propia esencia, haciendo visible lo imperceptible. Un videoartista es en realidad un poeta que en vez de pluma blande una cámara de vídeo.
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¿Cuál es la sutil diferencia entre videoarte, cine de vanguardia y nuevo arte cinético digital?
--En principio se trata de la forma de utilizar las herramientas que el artista dispone a su alcance en determinados momentos históricos. Cuando se inventó el tubo de óleo, el pintor salió del estudio para pintar paisajes y el exterior, cambiando el devenir de las artes plásticas. Con la llegada del cinematógrafo el artista vanguardista de principios del siglo XX se vuelca a poner movimiento a sus cuadros y un poco más tarde, con la aparición de las cámaras domésticas, a plasmar las secuencias de su imaginación de forma artesanal. Con la tecnología digital, el artista audiovisual recobra una libertad creativa secuestrada por las productoras y los estudios cinematográficos para evolucionar hacia un arte totalmente nuevo.

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¿Cree que actualmente hay un "vacío creativo"?
--No lo llamaría así, ya que más que vacío veo que hay una hiper-producción artística, como quizás nunca la ha habido. Otra cosa es que las obras no sean capaces de movilizar al público y originen una sensación de insubstancialidad al no trasladar al inconsciente colectivo la capacidad de percepción y plasmación de lo intangible. El arte audiovisual debe ser ante todo extático y catártico. También existe una ausencia de mirada, tanto por parte del público como de la crítica especializada.
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Se exhibe la obra de videoartistas de todo el mundo. ¿Coinciden las ideas según el país? ¿Las corrientes surgen de una misma realidad sociopolítica?
--Hoy todo viaja rápidamente a través de Internet y al haber un reconocimiento tan rápido del otro existe un equilibrio en cuanto a la calidad, si bien no tanto en relación a las Corrientes formales, un concepto que cada vez se va haciendo menos importante para dar paso a bloques temáticos, ya fuere por afinidad ideológica o tecnológica. Luego está el tema de la capacidad de desarrollarse artísticamente de unos y otros y sin duda fuera se destina al videoartista un apoyo y una atención que hoy por hoy se echa en falta en España.
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Por último, ¿a qué artistas destacaría? ¿Cuáles eran ya sus favoritos y cuáles ha descubierto con esta aventura?
--Al ser una forma artística en plena ebullición aglutina a numerosos artistas válidos y se va renovando constantemente, por lo que siempre estás descubriendo trabajos que te seducen por su hondura o su belleza plástica. Creo que he llegado a un estadio en que más que enumerar y coleccionar nombres lo que hago es disfrutar con cada obra que tengo oportunidad de ver. En todo caso, si accedéis a la página de Transfera (www.transfera.es) podréis encontrar un respuesta aproximada a mis preferencias.