Estas cifras, que publica hoy el Banco de España, contrastan además con las cantidades prestadas a las entidades del conjunto del Eurosistema, ya que el BCE financió a la banca europea con 603.864 millones de euros, el 2% menos que en junio y el 32% más que un año antes.
Las entidades españolas continúan acudiendo al BCE en busca de liquidez ante las dificultades de colocar las emisiones a las que tanto recurrían antes de la crisis, y parece que lo hacen con mayor intensidad que el resto de la banca europea.
Así, las peticiones de financiación de la banca española al BCE suponen ya el 12,1% del total, frente al 11,5% que representaban en junio.
A pesar de la apertura de los mercados, los bancos españoles todavía necesitan recurrir al BCE para obtener financiación. Precisamente, la caída de los tipos aplicada por el instituto emisor ha reducido la capacidad de captación de pasivo de los ahorradores, aumentado la petición de liquidez.
Este importe registró un tímido descenso durante abril y mayo, tras dos meses consecutivos por encima de los 72.000 millones de euros, pero en junio volvió a repuntar, elevando en más de 3.000 millones de euros el importe de mayo, que se situó en 67.668 millones de euros.
La demanda de las entidades se incrementó de manera notable en la segunda mitad de 2008 por la crisis 'subprime', que acaba de cumplir dos años. De hecho, este importe se situó por debajo de los 50.000 millones hasta septiembre de 2008, cuando se recrudeció la crisis tras la caída del Lehman Brothers, y a partir de ahí inició una senda ascendente que aún no ha finalizado.