La amenaza se cumple. Las asociaciones profesionales del taxi anunciaron este martes que, tras no obtener respuesta a sus demandas, los conductores irán juntos a una manifestación que tendrá lugar el próximo 30 de septiembre, miércoles, en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas.
La advertencia la había lanzado públicamente hace sólo unas semanas el presidente de
la Federación Profesional del Taxi (FPT), Mariano Sánchez, que anunciaba a través de
Madridiario que en octubre
se desataría un conflicto social si especialmente el Ayuntamiento de Madrid no planteaba una ofensiva seria y contundente contra el intrusismo profesional. El consistorio respondió pocos días después con la propuesta de un
nuevo reglamento para el sector que endurecía las condiciones para obtener la licencia de conducción y obligaba a pagar una tasa en caso de querer llevar publicidad en el exterior.
Esta iniciativa se consideró claramente insuficiente y desde entonces, según la FPT, las asociaciones intensificaron sus contactos hasta llegar a la convocatoria anunciada este martes y que suscriben la Asociación Gremial de Auto-taxi de Madrid, la Federación Profesional, Uniatramc, y Agetaxi.
El presidente de la Gremial, José Antonio Parrondo, denunció en declaraciones a Europa Press que, además de los 2.000 taxis piratas que como informó Madridiario hacen competencia desleal a sus asociados, el Ministerio de Fomento permite que los autobuses de otras comunidades autónomas hagan de lanzadera de viajeros dentro de Madrid hacia otras estaciones, quitándoles así el trabajo. Lo mismo ocurre con las furgonetas que toman las puertas de los grandes centros comerciales, las inmediaciones de los hoteles o los vehículos sin licencia que ocupan las grandes estaciones de transporte.
La Policía y los radares
La crisis económica unida a esta situación de intrusismo hace que los conductores profesionales madrileños pierdan miles de viajeros. Eso, mientras denuncian sufrir la rigurosidad de la Policía Municipal cuando hay muchos compañeros en las paradas -que critican son "del siglo XIX"- o de los radares instalados por el Ayuntamiento. De estos últimos denuncian que establecen límites absurdos y que no guardan relación con la intensidad del tráfico dependiendo de la hora del día.
Según Mariano Sánchez, la manifestación del 30 de septiembre es la consecuencia lógica del estrangulamiento que vive el taxi. A la convocatoria que puede paralizar durante horas la Terminal 4 de Barajas se calcula que pueden asistir hasta 3.000 trabajadores. La última vez que el sector se movilizó por los mismos motivos fue en el mes de julio de este mismo año. Entonces bloquearon la Terminal 1 del aeropuerto durante cuatro horas.