“La crisis genera movimientos. Las multinacionales pueden mandar equipos de fuera para salvar a las empresas aquí”, señala José Antonio de Ros, director general de Eres Relocation. Aunque también reconoce que la recesión ha reducido algunos traslados de altos directivos, por contención de gasto, sobre todo en el sector financiero. De hecho, según un estudio de la escuela de negocios IESE, las previsiones para 2009 es de un descenso.
La consultora tiene experiencia desde 2001 en el envío de personal al extranjero, cuando De Ros comenzó tras su propia experiencia fuera: “Yo había sido expatriado”. Si se piensa en todo lo que se necesita para cambiarse de hogar (y de país) salen muchas cosas: vivienda, colegios, coches, impuestos, seguridad social, sanidad, visados, permisos de trabajo, contratos o servicios básicos en la ciudad de destino como la mudanza, teléfono, internet, cuentas bancarias, empadronamiento, permiso de conducir… un sin fin de tareas. Y cuando se abandona el país, hay que deshacer todo. Así que mejor que alguien lo facilite.
Los clientes de esta empresa son de cualquier sector, en general empresas grandes que buscan una política de expatriación para sus empleados. Por ejemplo, si un banco necesita enviar a un directivo a China, Eres Relocation se encarga de buscarle todo, incluso, información cultural para hacerle más fácil la llegada y el trabajo con compañeros con otras costumbres.
Instalarse lo más rápido
“Las empresas buscan que se instalen y está trabajando lo más rápidamente posible”, explica De Ros. Además de ahorrar costes en hoteles, estos servicios hacen sentir al directivo que su empresa le cuida y no le deja ‘abandonado’ en un país desconocido. “Lo más difícil es la adaptación cultural”, confirma el consultor. Más fácil en países de Latinoamérica (Argentina, Brasil, México), donde las empresas españolas envían más empleados, y más complicado en otros destinos habituales (EE UU y Europa) y más todavía en algunos países que suben con fuerza para los interes españoles (India, China, países árabes y norte de África).
El perfil de los empleados ‘viajeros’ de las empresas españolas es el de directivos (48,2%), según el estudio del IESE y técnicos (45,8%) , pero también jóvenes (6%). “Las empresas también envían directivos ‘junior’ a formarse fuera, trabajando cada año en un país diferente para tener una visión global de la empresa”, asegura este consultor. “Cada vez se valora más la experiencia internacional de los equipos”. Donde también hay mayoría es en el género: el 35,2% de las compañías españolas no tienen ninguna mujer en su plantilla de expatriados.