En concreto, el informe anual de la Fiscalía denuncia que las instalaciones del CIE de Algeciras tienen un "aspecto aparentemente insalubre", con paredes y techos cubiertos de moho, señala "problemas de construcción o vejez del edificio" y acusa la "falta de mantenimiento".
Por otro lado, en cuanto a su funcionamiento, apunta que "ha carecido de servicios sociales durante largos periodos de tiempo en los que los internos han estado privados de un derecho legalmente recogido en la Ley de Extranjería".
En cuanto al centro de Málaga, el Fiscal Delegado de Extranjería denuncia que "los incidentes entre internos están a la orden el día, derivados de la peligrosidad de los mismos y de las carencias estructurales que presenta el centro", donde no están separados los extranjeros con delitos penales de quienes sólo tienen la falta administrativa derivada de su situación irregular. Además, añade el fiscal, "se han producido tentativas de suicidios".
"El Centro de Internamiento de Málaga produce sensación cada vez de más precariedad y no resulta propio de un Estado moderno. Cada día resulta más difícil justificar su estado", explica el informe, en el que se reivindica la promulgación de una ley orgánica que regule el funcionamiento de estas instalaciones así como las condiciones mínimas que deben reunir.