A nadie se le oculta el hecho de que la falta de un liderazgo efectivo en Andalucía, con la bicefalia de José Antonio Griñán como presidente de la Junta y con el secretario general del partido, Manuel Chaves, en Madrid dedicado a su vicepresidencia del Gobierno de Zapatero, provoca que en algunas ejecutivas provinciales no lo tengan demasiado claro que Griñán imponga sus candidatos a las principales Alcaldía andaluzas. Por ello los rumores sobre un posible adelanto del Congreso del PSOE-A que deje claro quién es el lider de los socialistas andaluces sigue rondando por la mente de numerosos dirigentes socialistas provinciales. La actual bicefalia y el hecho de que Griñán se haya autoproclamado líder del PSOE-A tras la marcha de Chaves a Madrid, ha provocado que sean muchos los socialistas que quieran dejar claro quién es el que manda realmente en el partido y así evitar males mayores.
Los socialistas acudían ayer a la cita del máximo órgano del partido entre congresos, con el eco de las afirmaciones hechas el jueves por el presidente de la Junta, José Antonio Griñán: «Soy el líder del PSOE desde Almería hasta Huelva y si tuviera alguna sombra de duda de que no lidero ahora mismo el PSOE-A, no estaría donde estoy». "Hoy venimos a ver quién es nuestro líder", contestaba una veterana dirigente socialista a la entrada del Comité Director. Todas las miradas estaban fijas ayer en los gestos y palabras entre Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Luis Pizarro. La bicefalia que aún mantiene el PSOE andaluz, con un presidente del Gobierno sin cargo en el partido (Griñán), y un secretario general viviendo en Madrid y ejerciendo de vicepresdidente tercero del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero (Chaves), es la tensión que recorre en estos momentos el espinazo del PSOE andaluz, sin que nada ni nadie pueda evitarlo.
Chaves trató de mediar para destensar el asunto y anunció hace unos meses que no volvería a presentarse a la Secretaría general del PSOE andaluz, porque las bicefalias no son buenas, argumentó. Griñán trató de cerrar el asunto poco después asegurando que estaba dispuesto a asumir la Secretaría general en cuanto se convocara el Congreso regional en 2012 y siempre que el partido lo apoyara. Luis Pizarro, a la sazón vicesecretario general del PSOE-A, fue el tercero en liza en intervenir para asegurar que todo el partido respaldaba a Griñán, pero que de momento no se iba a celebrar ningún Congreso extraordinario en el partido que pusiera fin a esta bicefalia. El discurso de ayer de Chaves no dejó lugar para la duda ni resquicio para el rumor. No sólo dejó claro que él se las pinta solo para trasladar a la militancia la estrategia que deben aplicar en los próximos meses, sino que la instrucción fue clara y contundente: «El partido no tiene que estar en dimes y diretes, ni entrar en problemas que no existen, en rumores ni en intoxicaciones, tiene que estar con la gente y los problemas que sufren. Y ahí es donde quiero ver a todo el mundo». Con estas palabras cerró su intervención tratando de dar portazo a las crisis internas y a cualquier atisbo de duda que pudiera haber.
Queda por aclarar cuanto antes quién impondrá sus tesis para el nombramiento de los candidatos socialistas a las principales ciudades de la comunidad, si Chaves o Griñán. Ahí puede estar una de las claves de este pulso que, de no ser zanjado, podría reeditar antiguos fantasmas que ya padecieron otros presidentes de la Junta como Rodríguez de la Borbolla cuando la bicefalia entre la Presidencia del Ejecutivo autónomo y la Secretaría General del partido provocó una crisis sin precedentes. Queda por dilucidar si, finalmente, Griñán tendrá la suficiente fuerza para enfrentarse a un secretario general que no puede ocuparse directamente, por su distancia y por su cargo de vicepresidente del Ejecutivo central, de la "jaula de grillos" en la que se le puede convertir el partido en Andalucía cuando comiencen las luchas entre las distintas facciones por "colocar" a sus candidatos.
Con un PP firmemente asentado en las alcaldías de Huelva (Pedro Rodríguez), Cádiz (Teófila Martínez), Málaga (Francisco de la Torre), Granada (José Torres Hurtado) y Almería (Luis Rogelio Rodríguez Comendador), todas ellas logradas con mayor o menor mayoría absoluta, y habiendo sido la fuerza más votada en Sevilla, Córdoba y Jaén, donde los "pactos de progreso" PSOE-IU le arrebataronel gobierno municipal; los socialistas admiten las dificultades de encontrar candidatos que «sean capaces de batallar con liderazgos muy enraizados».